confieso que he pensado
PSOE: la hora de la verdad
Socialistas y populares se han convertido en la pareja de baile ideal de los nacionalistas, en un repuesto siempre disponible. Pero hay algo que puede marcar la diferencia: la reforma del sistema electoral, si el PSOE se decide a modificar dicho sistema
El PSOE canario lo ha hecho otra vez, igual que el PP lo hizo antes . Ambos parecen sumidos en el complejo del segundón, en una suerte de querer y no poder que se ha tornado en una constante a lo largo de varias décadas.
Socialistas y populares se han convertido en la pareja de baile ideal de los nacionalistas , en un repuesto siempre disponible que ha permitido a estos últimos mantenerse en el poder legislatura sí, legislatura también, hayan o no hayan ganado las elecciones.
Sin embargo, hay algo que puede marcar la diferencia y hacer que quienes miramos con conmiseración hacia los adláteres de la joven líder de la izquierda canaria cambiemos de opinión: la reforma del sistema electoral . Si el PSOE se decide a modificar dicho sistema, para lo que cuenta con dos vías, convencer a sus socios o aliarse con el PP y otras formaciones parlamentarias, Patricia Hernández pasará a la historia como lo que pretende ser: una política diferente. Si no lo logra, si se conforma con las migajas que le den los nacionalistas, será, sencillamente, una más, y eso es poco, por no decir bastante poco. Casi la nada.
Hernández, de la que muchos no esperamos gran cosa, la verdad sea dicha, tiene, sin embargo, la opción de hacer que nos traguemos nuestras palabras , de dotar a los ciudadanos del archipiélago de un sistema electoral más justo. Porque en este caso querer es poder. Las matemáticas están de su parte siempre que se decida a echar mano de ellas.
Y es que la reforma electoral es tan importante, tan urgente, que justificaría por sí sola una alianza de las formaciones políticas que han sufrido tamaño dislate desde la creación de la Comunidad autónoma, y que como perritos falderos han comido de la mano de quienes han hecho del injusto modelo en vigor una de sus principales banderas, utilizando para ello argumentos intelectuales propios de una berenjena común.
Pero los socialistas no pueden estar solos en dicho viaje. El PP y las fuerzas minoritarias, parlamentarias y extraparlamentarias, deben estar a la altura y unirse a la gran asignatura pendiente de la política canaria. Y no porque la reforma les beneficie, que sin duda les beneficiaría, sino porque su deber es trabajar en pro de una sociedad más justa, y pocas cosas resultan más injustas que la adulteración de la voluntad popular.
Ha llegado la hora de la verdad, de demostrar si existe una intención verdadera de cambiar las cosas o si, como de costumbre, asistimos a una mera pose en la que lo importante es el poder . Probablemente ocurra lo segundo, pero soñar es gratis.