impertinencias liberales
Angustia fiscal
Para que se produzca un alivio habrá tenido que ocurrir algo malo previamente y quien nos brinde ese bálsamo debe considerarse un héroe
Hubo un tiempo en que existía una genuina demanda ciudadana de rebaja de impuestos. Tanto fue así que hasta el ínclito Zapatero se atrevió a proclamar que bajarlos era de izquierdas. Pero parece que ha desaparecido, al menos si nos tomamos las molestias de bucear entre las ofertas de las distintas fuerzas políticas que concurren a las elecciones del 24-M.
Es cierto que el PP sí ha prometido devolver el IGIC al tipo existente antes del sablazo de Paulino Rivero y José Miguel Pérez, aunque la credibilidad de los populares a la hora de plantear bajadas de impuestos es perfectamente descriptible. Ellos mismos deben ser conscientes y por eso usan la expresión «alivio fiscal», que es la misma que usó en el 2000 George W. Bush. Como bien explica G. Lakoff en «No pienses en un elefante», para que se produzca un alivio habrá tenido que ocurrir algo malo previamente y quien nos brinde ese bálsamo debe considerarse un héroe.
El problema es que aquí pretende presentarse como tal quien forma parte del problema, después de haber subido todos los impuestos de forma salvaje y crear nuevas formas de exacción que han convertido nuestra vida en un auténtico infierno fiscal. Coalición Canaria también habla de la supresión de algún impuesto, en particular del de sucesiones, pero en un presupuesto de más de 6.000 millones no podrá nadie presentarse como el campeón de las rebajas por hacer desaparecer uno que apenas supone un ingreso de 70 millones de euros.
Los socialistas de Patricia Hernández, tan llenos de tópicos como vacíos de contenidos, a imagen y semejanza de su lideresa, dejan el debate de los impuestos en manos de aquellos que sí creen que deben aumentarse o crearse nuevos, como la tasa turística que flota en el ambiente por la insistencia de Román Rodríguez, quien ya intentó en su día cargarse el turismo con la moratoria y que ahora pretende completar su obra. O los de Podemos, para quienes no hay nada que no pueda arreglar la voluntad política, así sea otorgar una renta de 600 euros mensuales para las más de 50 mil familias que pasan penurias en el Archipiélago, sin precisar de dónde sacarán los más de 360 millones de euros necesario para ese fin. De Ciudadanos poco cabe esperar porque el programa para Canarias lo colgarán, dicen, en la web por más que convendría que fuese antes de las elecciones. Lo llaman fiesta de la democracia, aunque en realidad es un enorme saqueo a nuestras carteras.