tribuna abierta
El gas y las renovables son compatibles
Hay gente que dice que el 100% de la producción de electricidad de Canarias se puede obtener con renovables. Es lo que los anglosajones llaman «wishful thinking»: «pensamiento ilusorio»
Antes que nada, hay que decir qué es el GNL (gas natural licuado) o LNG, por sus siglas en ingles. El GNL es gas metano que se licúa a presión atmosférica, reduciendo su volumen, aproximadamente, unas 600 veces. Para ello hay que enfriarlo a 161 grados Celsius previo tratamiento de eliminación de otros gases (agua, azufre, etc.) que contiene el gas natural cuando sale del yacimiento. Para su transporte se utilizan los buques metaneros, cuyas últimas generaciones transportan unos 150.000 metros cúbicos de GNL. Las plantas de licuefacción más cercanas a Canarias son las de Bonny, en Nigeria, próximamente la de Angola, las de Trinidad y Tobago y las de Argelia.
Los usos del GNL son variados. Se empieza a utilizar sin regasificar para la navegación, como substituto del fueloil, y existe el proyecto de terminales en los puertos de Tenerife y de Gran Canaria. Sin embargo, su utilización más generalizada es la regasificación y el empleo para generar electricidad, que, como subproducto, produce agua. Asimismo se utiliza para la industria, calefacción y un largo etc. El coste de generación de electricidad es un tercio el del petróleo si se utiliza GNL. Pero si hubiera gas natural en yacimiento, ya sea en las aguas españolas, marroquís o del Sahara Occidental, en un radio de 600 kilómetros que sea susceptible de traerse por gaseoducto, su coste sería sensiblemente menor que el GNL.
El transporte de GNL está muy generalizado, y en España hay siete plantas en funcionamiento y conectadas a la red de gaseoductos terrestres de distribución, que es muy amplia. También importamos gas natural por gasoductos marinos de Argelia, uno doble que pasa por Marruecos y llega a la Península por Zahara de los Atunes (Cádiz), que funciona desde el año 92, y otro que viene directamente a Almería desde Arzew (Argelia), que pasa por profundidades de agua de 2.800 metros.
Este entró en funcionamiento en 2013 y se denomina Medgas. Asimismo, por el Pirineo hay otros dos gaseoductos reversibles que nos unen con la red europea. Hay en proyecto otro, por tierra, que nos va a unir con la red europea por Cataluña, que permitiría exportar gas regasificado a Europa, pues la capacidad de las plantas españolas lo permite, ya que el consumo actual es bastante inferior a la capacidad de regasificación. Hay que destacar que la planta de Sagunto (Valencia) envía gas natural a Ibiza y Mallorca por un gaseoducto que va por profundidades de hasta 1.800 metros.
La primera planta de regasificación que se va a construir en Canarias, concretamente en el puerto de Granadilla, ha recibido un rechazo por parte del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, pues aunque las diez alegaciones de la Plataforma Ciudadana contra el Puerto de Granadilla han sido rechazadas, el TSJM se inclina por que el Estudio de Impacto Ambiental de la planta de regasificación sea integrada con la del polígono existente, así como la central eléctrica que lleva funcionando con petróleo por no haber gas. Realmente sorprendente. En Gran Canaria sucede algo similar, pues la central de Juan Grande, diseñada para gas natural, está funcionando con petróleo, con el aumento sustancial en el coste económico.
La regasificadora planeada para el puerto de Arinaga ha recibido el rechazo del alcalde de Agüimes, pues dicen que el introducir el gas supone condenar a las renovables. Es una falsedad de lesa majestad, pues son compatibles y hay que tener un mix energético lo más amplio posible. Veamos los hechos, el 27% del petróleo que utiliza Canarias es para producir electricidad. Este consumo es de 7,7 millones de Tm., es decir, que 2,08 millones de Tm. se utilizan para generar la electricidad necesaria para una población de 2.100.000 habitantes «fijos», más alrededor de 1.000.000 más de habitantes «puntuales» (turistas), de los cuales dependemos para llevar a cabo nuestra principal actividad económica.
La producción eléctrica por renovables, eléctrica y fotovoltaica (la hídrica es testimonial y la geotérmica no existe), es del 7,8% del consumo. Esto hace que el coste real de la electricidad en Canarias sea 2,7 veces superior a la producida en la Península, aunque pagamos lo mismo, lo que supone unas subvenciones de 1.400 millones de euros, de los cuales 400 millones son de ayudas a la desalinización.
El GNL supone que el coste de producción de electricidad sea más barato y que ese dinero de las subvenciones se dedique a infraestructuras de todo tipo. Estamos con que hay gente que dice que el 100% de la producción de electricidad de Canarias se puede obtener con renovables; vamos, es lo que los anglosajones llaman «wishful thinking» , cuya mejor traducción al español es «cuento de la lechera». Gas y renovables son complementarios.
No hay muchos lugares en el mundo en que se utilice petróleo para producir electricidad. Hay que asegurarse el suministro a toda costa, y para ello nos hace falta el gas, que se propuso como solución en 1989 en vez del carbón y que todavía no esta implantado. No se cumple el Pecan desde hace muchos años, y parece que va a continuar así. Yo además creo que Enagás debería evaluar la posibilidad de una regasificadora de mayor capacidad para Granadilla y llevar el gas a Gran Canaria por gaseoducto. Las profundidades del mar no llegan a 2.500 m. y hay gaseoductos en 3.000 metros de agua entre Libia e Italia.
Creo firmemente, además, que había que promover la exploración en las aguas españolas-canarias, no solamente en las zonas cubiertas por los permisos de Repsol y sus socios, sino además en las amplias zonas sin explorar entre la mediana con Marruecos y Sáhara Occidental y las cuencas sedimentarias que limitan con la corteza atlántica. Los resultados de los sondeos exploratorios de Repsol y Kosmos (en aguas del Sáhara Occidental 200 kilómetros al sur de Tenerife) encontraron gas en cantidades no comerciales, pero que sin duda abren nuevas perspectivas a encontrar esta riqueza en nuestro territorio.
Antonio Afonso es geólogo y especialista en temas energéticos