panorama
Paulino Rivero, sosegado
CC siempre había pactado en las islas con aquella formación que estuviese gobernando la totalidad del Estado
Nos ha pasado a casi todos alguna vez. Hay momentos en que la tensión se apodera de nuestro estado de ánimo y no nos deja ver las cosas con claridad. Sobre todo cuando estamos inmersos en la consecución de algún objetivo importante que, lógicamente, requiere de un esfuerzo superior. Pero una vez conseguido el objetivo, vuelve la tranquilidad. Y es esto lo que quiero pensar que le ha ocurrido al presidente, Paulino Rivero.
Quiero creer que muchos de los problemas diarios no le permitían actuar con la serenidad que requieren la toma importante de decisiones. Durante los últimos siete años y medio ha tenido que soportar grandes tensiones. Y ahora, cuando nos encontramos a solo un mes de su obligada retirada de la primera línea política, su condición de eximente le ha otorgado cierto relajamiento y sosiego.
A partir del 12 de septiembre de 2014, fecha en la que el Consejo Político de Coalición Canaria (CC) decidió que no volviese a repetir como candidato a la presidencia del Gobierno y, por tanto, apartarlo de la carrera electoral para que entrase a formar parte del martirologio de su formación política, Paulino Rivero ha experimentado un cambio sustancial en su manera de gobernar. Y creo que este de ahora es el Paulino Rivero que nos hubiese gustado tener durante las dos últimas legislaturas.
Este es el que nos recuerda al Rivero de su etapa como Alcalde de El Sauzal primero y, posteriormente a la que ejerció como diputado nacional. Épocas en las que aún practicaba el sentido común, y no la prepotencia y soberbia que llegó a practicar en algunas ocasiones durante los ocho años de su Gobierno. Sin embargo ahora parece un presidente relajado. Un presidente sin el nerviosismo y la intranquilidad que le producía ese desasosiego.
Creo que si Paulino Rivero hubiese actuado así, otro gallo nos hubiese cantado. Porque se equivocó desde que asumió por primera vez la presidencia de las islas. Se equivocó en su primera legislatura al pactar con el Partido Popular (PP), cuando en España gobernaba el PSOE, y volvió a errar en la siguiente legislatura al pactar con el PSOE cuando en La Moncloa habita un presidente del PP. Y así nos ha ido.
Porque lo cierto es que esos desaciertos son los causantes del desasosiego del que venimos hablando. CC, tradicionalmente, siempre había pactado en las islas con aquella formación que estuviese gobernando la totalidad del Estado. Porque ha sido la única fórmula que nos ha dado resultados a la hora de conseguir importantes réditos para las islas.
Y está comprobado. Parece por tanto poco inteligente pactar con quien en “Madrid” está en la oposición. Por una cuestión muy importante: porque no maneja las herramientas más imprescindibles que tiene cualquier gobierno de Estado: los Presupuestos Generales del Estado y el Boletín Oficial del Estado (BOE). Y eso se nota mucho.