viviendo en san borondón
Las reválidas de la Lomce
No podían faltar en este histriónico desplante los consejeros de Andalucía y de Canarias, precisamente quienes con más humildad deberían escuchar más y cacarear menos
Leíamos hace unos días que los responsables de Educación de Andalucía, Asturias, Canarias, Cataluña y País Vasco se levantaron de la Conferencia Sectorial de Educación, que se había convocado en el ministerio de Educación, Cultura y Deporte. “Es una auténtica falta de respeto al Ministerio y al resto de las comunidades” , comentaron a la prensa fuentes del departamento que dirige Wert, molestos porque esos consejeros se han ido sin “ni siquiera dejar comenzar el orden del día”.
Toda una malcriadez protagonizada por el más rancio nacionalismo y socialismo, lo que algunos denominarían el nacional socialismo o el s ocialismo nacionalista , para disimular electoralmente su obvio fracaso en materia educativa.
No podían faltar en este histriónico desplante los consejeros de Andalucía y de Canarias, precisamente quienes con más humildad deberían escuchar más y cacarear menos, pues no en vano ejemplarizan la evidente mala gestión de la educación en sus áreas geográficas, con tasas de fracaso escolar y abandono temprano difíciles de alcanzar.
No hay mejor defensa que un buen ataque, pensaría nuestro consejero José Miguel Pérez , que se prestó a leer el comunicado de la espantada, eso sí, tras la propagandística sesión fotográfica para aparentar que querían dialogar, cuando jamás pretendieron hacerlo. Podían habernos ahorrado los gastos de desplazamiento, comidas y hoteles de esos consejeros con su trouppe de asesores y haber perpetrado tamaño desatino en casita, desde sus propias televisiones “autonosuyas”.
En esa Conferencia Sectorial de Educación se pretendía debatir el borrador de la regulación para la realizacion de las evaluaciones externas del sistema educativo, así como el que establece los umbrales de renta para acceder a las becas . Los preventivamente huídos antes del intercambio de ideas, habían exigido en rueda de prensa previa, la retirada del decreto de “reválidas” por “invadir competencias” y considerarlo “segregador”. Buen comienzo.
Para un lector atento y no sectariamente militante en un partido político, difícil será comprender las razones alegadas para la espantada. Si hay un asunto que se ha puesto sobre el tapete, bien es cierto que el PSOE y los nacionalistas no quieren ni oír hablar de ello, es la necesidad de que el Estado recupere de nuevo las competencias para fijar los programas escolares , pues al fin y al cabo es quien expide los títulos académicos, no las CC.AA. Por eso resulta, como mínimo, estrambótico alegar una invasión de competencias, cuando resulta evidente que en realidad son graves incompetencias, vistos los resultados académicos.
España es tal vez el único país del mundo donde un alumno puede empezar y acabar sus estudios primarios y de bachillerato sin haber tenido ni un solo examen oficial. Un mínimo sentido de equidad, igualdad de oportunidades y responsabilidad institucional para con los resultados del sistema educativo español no puede dejar en manos de los propios colegios la única responsabilidad de autoevaluar a sus alumnos.
Es necesario y lógico que existan pruebas externas, comunes para toda España, que evalúen el nivel de conocimientos y capacidades de los estudiantes. Esas pruebas son, y ya lo eran antaño, las reválidas, o como quieran rebautizarlas para hacerlas políticamente correctas a ojos de la secta pedagógica.
Por otro lado, ligar la política de becas al nivel de renta y al rendimiento escolar del becado, es decir, el oneroso esfuerzo fiscal de los ciudadanos , debería de ser de tal sentido común que no necesitaría ni comentarse, por pura evidencia. Bueno, esto no estaría tan claro para todos aquellos que quieren confundir la igualdad de oportunidades con igualdad de resultados, más fácil de manipular estadísticamente si se eliminan los controles y poner en valor el esfuerzo.