babilonia en guagua
Milagros en Tierra Baifa
No hay cama para tanta gente. Da igual, ellos a lo suyo y vitoreando a los que sirven a Dios y al César
En estos días azules, finaliza el mes de abril, prolífico en titulares como pocos. Milagrosos y milagreros si hubiera que buscarle un digno sinónimo que, sin embargo, apenas alcanzarían para definir su magnificencia.
¿Se acuerda usted de aquellas soberbias hazañas narradas en la Biblia, en el Bhagavad Gita o en la Torá? Sin duda alguna, miles de páginas preñadas de magnos acontecimientos que no dejaron indiferente a nadie en la faz de la Tierra. Pues olvídese. Puro palabrerío. Ya no hay nada superior a las portadas, a las crónicas, e incluso, a las esquelas con las que nos deleita en estos días la prensa baifa. Aunque sea agnóstico, ateo o abstemio, está a punto de hincar la rodilla. Y lo sabe.
No podemos destacar ninguno en especial porque todos son mesiánicos en general y sobrenaturales en particular. Es como el clásico mantra Uno y Trino, pero adaptado a la sociedad 2.0: Uno e Infinito. 'La economía canaria crecerá un 3,3% en 2015'; 'Canarias recuperará en dos años la mitad del empleo perdido en la crisis'; 'Canarias ya ha autorizado cuatro parques eólicos'; 'El Anillo Insular de Telecomunicaciones de Tenerife estará terminado en 2016'; 'Firmada la ampliación del Puerto de los Mármoles'; 'Aprobada la modificación de la TF5 para reducir los atascos'. Ante eso sólo cabe exclamar ¡Viva el vino! Y de paso, el cáñamo, los panes y los peces.
Pero ahí no queda la cosa, al igual que en tiempos pretéritos, no faltan profetas para iluminar a los pecadores que nos arrastramos por el barro de Babilonia. Con sus bellas exhortaciones podemos llevar con mayor alegría nuestro caminar por este valle de lágrimas.
Cuando las palabras dejan de conmover al respetable se pasa a la acción. Pocos son los que no han visto ya predicar a los candidatos en plazas, calles, asociaciones vecinales o mercados nunca antes visitados. Y allí, cual vigorosos apóstoles tras recibir las lenguas de fuego, los candidatos saben hacer de todo: hacen amago de pilotar en cualquier profesión, nos deleitan ejecutando una lacrimógena melodía con un instrumento autonómico; o incluso anuncian la Buena Nueva disipando las cuitas cual dignos coachs de Facebook.
Decía Mateo que muchos son los llamados pero pocos son los elegidos que entran en el Reino. Y si no que se lo digan a los 901 que optan a los 60 sitiales del Parlamento de Canarias; o a los miles que concurren a los mullidos reclinatorios de Ayuntamientos y Cabildos. El Gran Combo de Puerto Rico lo recordó años más tarde con aquel: No hay cama para tanta gente. Da igual, ellos a lo suyo y vitoreando a los que sirven a Dios y al César.
Mientras, fuera de Matrix, los improbables hilos de plastilina se tornan en amenaza delante de Veneguera; los talentos de oro no dan para cubrir la dignidad de las cada vez más familias necesitadas de esta tierra y no hay milagros para la sanidad que colapsa ante la realidad. Se ve que el cemento que devoró parajes no dio para saciar el hambre de esta tierra única. Vayamos en paz y con nuestro espíritu, porque otra cosa no queda ya.
Buenos días, y por si no volvemos a vernos: Buenos días, buenas tardes y buenas noches.