Clavijo y las bananas

En casi todos los partidos nos encontramos con políticos que cuando llegan las elecciones sufren una transformación de personalidad, como aquella del Dr. Jekyll con Mr. Hyde, que los mantenía intrínsecamente unidos.

Pierden hasta el sentido de la realidad y, en la mayoría de las ocasiones, hasta el de la vergüenza. Y es que los ciudadanos de a pie podríamos entender, al menos yo lo hago como una reflexión personal, que en Coalición Canaria (CC) haya políticos que, como Fernando Clavijo, se crean imprescindibles para que Canarias funcione. Y digo que lo podríamos entender si somos capaces de reconocer que su autoestima esta por las nubes. Sobre todo en estas fechas preelectorales.

Y no tengo nada que objetar a ese estado de ánimo. Pero, hombre, de pensar que se es imprescindible a creérselo de verdad, y encima pregonarlo a través de los medios de comunicación de las islas, su forma de actuar se convierte en una actitud propia de la más populista “frikilandia”, que llega a rayar lo chulesco.

Y es que aquí, por lo menos en estos peñascos, nadie es imprescindible. Ni siquiera Fernando Clavijo. Estaría bueno que no fuese así. Ha dicho Clavijo que en CC se sienten imprescindibles para los grandes retos que le quedan por delante a las islas. Y hasta llegó a afirmar que “sin CC no habrá una negociación para reformar el Régimen Económico y Fiscal (REF), el Estatuto de Autonomía ni una financiación justa” (Clavijo dixit).

Y, claro, da la casualidad que aquí quien ha gobernado durante más de treinta años es esa coalición y, que se sepa, ni han reformado el REF, ni han podido hacerlo con el Estatuto de Autonomía y, por supuesto, si no ha habido una financiación justa es, fundamentalmente, porque han sido incapaces de negociarla donde y ante quien corresponde. Y miren que han tenido tiempo para negociar y conseguir todo para lo que dicen ser imprescindibles.

Pero lo que más me ha sorprendido de las declaraciones de Fernando Clavijo es cuando dijo que CC es el único partido con capacidad para defender los intereses de los canarios, y que si ellos no hubieran defendido los intereses plataneros “llevaríamos años comiendo bananas”.

Oiga, ¿qué me dice?. ¿Que gracias a ustedes seguimos comiendo plátanos y no bananas?. Pues perdone que le diga pero eso no se lo cree ni el que asó la manteca. Menos mal que en Europa saben muy bien quién ha defendido a capa y espada nuestro plátano. La reciente concesión por parte del Gobierno francés del título de Caballero de la Orden Nacional de la Legión de Honor al presidente de la Asociación de Productores de Plátanos de la Unión Europea, nuestro paisano Leopoldo Cólogan, es una más que evidente consecuencia de los treinta años que Leopoldo lleva trabajando en favor del sector platanero europeo.

Y es que parece como si Fernando Clavijo concibiese la política como una técnica publicitaria dirigida a conseguir el seguimiento borreguil de determinados sectores de la sociedad. Y, claro, eso es una absoluta falta de respeto a aquellos que todavía creemos que la política es un servicio a los ciudadanos.