Panorama
La regla de la equidad
José Miguel Pérez en el Parlamento y Alexis Oliva en el Ayuntamiento de Santa Cruz han cometido el mismo «delito»
Los partidos políticos que sustentan el actual gobierno municipal de Santa Cruz de Tenerife, CC y PSOE, le exigen a la portavoz del PP, Cristina Tavío, que pida perdón y cese al concejal de su grupo, Alexis Oliva, por haber manipulado un informe del tesorero sobre la deuda municipal. Según el equipo gobernante, Oliva ha «manipulado y alterado» las cifras que se recogen en ese informe, con el fin de «engañar a la opinión pública», y califican el hecho como «un asunto de extrema gravedad».
Lógicamente, si eso es así, si de verdad este concejal popular ha manipulado las cifras que se refieren a la deuda del ayuntamiento, creo que a Tavío no le va a quedar otra alternativa que pedirle a Oliva que se marche y entregue su acta de concejal. Porque conductas como esta, y eso lo sabe muy bien Cristina Tavío, hay que erradicarlas de la vida política.
Pero, claro, este tipo de decisiones deberían ser iguales para todos. Porque no parece justo que cuando esas conductas provienen del contrario, exijamos que rueden cabezas y cuando es tu propia formación las que cae en ellas, miremos para otro lado y le restamos importancia al asunto.
No vale, por ejemplo, que en este caso concreto el PSOE y CC se hayan tirado a la yugular del concejal popular por modificar un informe y, cuando le afecta a alguno de estos dos partidos, entonces el asunto no tiene tanta gravedad y se intenta taparlo con artimañas poco éticas. Y hacen como si nada tuviese que ver con ellos.
Y les pongo un ejemplo muy claro: No hace mucho, el vicepresidente y consejero de Educación del Gobierno de Canarias, José Miguel Pérez, falseó y manipuló unos datos sobre abandono y fracaso escolares en las islas. Datos que había hecho públicos el Instituto Nacional de Estadística (INE). El consejero Pérez sustituyó intencionadamente los datos referidos al abandono escolar en las islas y dijo que la tasa se situaba en un 25% cuando la realidad que reflejaba el INE era la del 27,5%. Exactamente el mismo «delito» que ha cometido, si se llegase a confirmar, el edil chicharrero. Y con el mismo fin: intentar engañar a los ciudadanos.
No parece coherente, por tanto, que desde las filas del PSOE, sobre todo, pero también desde las de CC, se pretenda convertir en villano al concejal Oliva y se le exija a Tavío el cese de aquel, mientras que no vemos al secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, pedir la cabeza de su homónimo en Canarias, José Miguel Pérez, por un comportamiento que, como mínimo, iguala al que denuncian. Y es que en asuntos de moral y comportamiento humano, hay una regla de oro de la equidad que dice algo así como que no se puede exigir a otros que hagan lo que tú no haces.