Poli Suárez: «La comarca Norte tiene que tener el peso que se merece»
El alcalde norteño compara la situación actual con la de hace unos años, cuando «Moya no existía para las instituciones»
El alcalde de la Villa de Moya, Poli Suárez (PP), se acerca al final de su primer mandato con el convencimiento de que tiene la tarea hecha: reducción total de la deuda financiera municipal, acento en los servicios sociales y alivio para el bolsillo del contribuyente son algunos de los puntos salientes de su gestión, que no solo desea continuar tras las elecciones sino que también aspira a representar en el contexto insular la voz del norte de Gran Canaria.
-¿Está de moda Moya?-Está en el candelero, es un mérito de estos cuatro años, y un mérito de todos. Creo que se ha hecho una buena gestión del municipio.
-¿Antes no tenía el peso que tiene hoy?-Moya no existía para las instituciones, y eso venía de años. Pensemos que se nos cerró Los Tilos, en la época de Carmelo Artiles, prometiendo que se buscaría otro espacio natural en el municipio, y no fue así, sino en Guía. A Moya la hundieron, nos mataron. Es un ejemplo de lo que pasaba antes.
-Ha habido cierto tono reivindicativo en muchas de sus iniciativas.-Es cierto, pero hay que reconocer que el presidente actual del Cabildo Insular se dio cuenta de que había que echar una mano al municipio, sin importar las siglas políticas. Yo estoy convencido de que, no solo Moya, sino la comarca Norte tiene que tener el peso que se merece en el contexto insular.
-En tiempos de desprestigio para los representantes públicos, ¿cómo defenderlos?-Porque la política da respuestas. Es cierto que hay un distanciamiento de la sociedad, no lo vamos a negar, quizá por muchos casos de corrupción, aunque son minoría. Hay muchos que nos entregamos en cuerpo y alma, perdiendo mucho, a la cosa pública. Yo pongo las manos en el fuego por la gran mayoría de los políticos, pero el que la hace, que la pague.
-Hoy, el vecino paga un 50% menos de IBI lo que le tocaría pagar, ¿cómo lo ha hecho?-Aquí en Moya, había una revisión que obligaba a una subida del 10 por ciento anual. Pero negociamos con la Dirección General del Catastro para congelar esas subidas y, posteriormente, que se revisase y, en consecuencia, se rebajase el valor catastral de las viviendas, congelando las subidas programadas. Además, por acuerdo del pleno, bajamos el tipo impositivo, de 0,52 a 0,48.
-¿Cómo se había llegado a esa situación?-Es que los valores catastrales aquí estaban por las nubes, había zonas aquí que eran más caras que zonas caras de Las Palmas de Gran Canaria y eso no podía ser. Hemos, en total en estos años, generado un ahorro al vecino cercano al 50 por ciento.
-Según indican los números, usted llegó a la Alcaldía con una deuda de un millón de euros.-Sí, pero la bajamos a cero, lo que nos hizo colocar en un lugar preferencial, en la honorable lista de los ayuntamientos españoles sin números rojos en los bancos. Y entre los poquísimos canarios, con San Mateo y La Matanza, que integran esa lista, que se elabora entre los que tienen más de 5.000 habitantes.
-Eso le habrá obligado a acomodar de la mejor manera otro tipo de obligaciones.-No tanto, porque a eso se añade que los proveedores cobran entre 15 o 20 días, como mucho. Ya no tienen que venir y venir al Consistorio a que por fin les liquiden las facturas. Aquí se llegaron a gastar más de 160.000 euros en fiestas, y ahora en todo el año, con más actividad, gastamos 51.300 euros, con actos desde la cumbre hasta la costa.
-Ese cartel que da la bienvenida al municipio, ¿cuánto tiempo lleva?-Desde junio, y es parte de la intención por embellecer los accesos principales al municipio, la cara que damos al visitante. Además, hay obras de infraestructura en todos los barrios, el parque de El Pagador, la consecución del acceso peatonal que va desde el cruce de Trujillo hasta Carretería, porque es zona de tránsito de los jóvenes, por el instituto, y que era una demanda histórica.
-Como todo ayuntamiento, recibirá cada día las demandas sociales.-Por supuesto, con madres que vienen a confesar que no pueden mandar a sus hijos al colegio porque no pueden pagar el material escolar. Y una situación que, no nos engañemos, muestra que la gente no nota esa recuperación económica de la hay pruebas en lo global. Pero no ha llegado a todos todavía.
-Al campo, que antes estaba postergado, ahora le quiere dar un nuevo impulso.-Pretendemos dinamizar el sector agrícola, porque tenía una dinámica muy negativa, pese a que cuenta con unas condiciones óptimas. Solemos hablar más del sector ganadero, pero en lo agrícola, con formación e impulso específico a los nuevos cultivos, conseguimos ir recuperando el subsector con la introducción de la producción de setas, frutos del bosque o el kiwi.