Desde mi escaño

Sondeos paulinos

No hay cosa que disfrute más un político que verse rodeado de alcachofas y ser enfocado por una docena de cámaras

Juan velarde

EL presidente del Gobierno de Canarias, el ínclito sauzalero Paulino Rivero Baute, toma a los ciudadanos por imbéciles o tontos de baba. El «Napoleoncito» que mal gobierna las Islas acaba de hacer pública la megaencuesta con la que cree tener el favor del pueblo isleño para acabar de oponerse a las prospecciones petrolíferas. Y es que, curiosamente, el hombre que desbarra contra los sondeos se acaba de sacar de la manga un ídem demoscópico en el que dice que casi el 75% de los ciudadanos del Archipiélago, es decir, tres de cada cuatro, no quieren que se hagan esas catas y apenas un 25% se reparte entre los que sí parecen por la labor de que se hagan y los que no saben o no contestan. Eso sí, la muestra es de 2.000 ciudadanos, teniendo en cuenta que en Canarias viven más de 2.000.000 de personas, aún es pronto para lanzar voladores. Pero eso para Rivero son aspectos menores.

El presidente plantea la cuestión como una lucha personal en la que se ha enfrascado como meta final de su mandato. Al saberse con el panorama político finiquitado el próximo mes de mayo de 2015, Rivero se ha empecinado en hacer de la guerra con José Manuel Soria un asunto propio del Estado Mayor. Para el jefe del Ejecutivo regional no hay aspecto que pueda interesar más a los canarios que la oposición a que Repsol indague en aguas canarias. Le da igual si la comunidad se queda anclada en la más absoluta de las pobrezas, a él le encanta sobresalir por encima de todo y estar a diario en los medios nacionales. Esto último es lo que le pone más gallito. No hay cosa que disfrute más un político que verse rodeado de alcachofas y ser enfocado por una docena de cámaras. Le pone en un estado de éxtasis que ríanse ustedes del que experimentó Santa Teresa.

Lo que Paulino Rivero hurta hábilmente a la ciudadanía son los documentos en los que estaba a favor del petróleo, donde apostaba por ganarle la carrera a Marruecos y hacer de Canarias un punto estratégico. Sin embargo, su eterna animadversión hacia Soria inunda el modus vivendi de un presidente mediocre, incapaz de sacar a Canarias de la crisis, y, como el perro del hortelano, tampoco deja que otros puedan hacerlo. No hay cosa que le ponga más de los nervios que alguien le venga a enmendar la plana, de ahí que se rodee de zotes o capaces de mantener la húmeda en su sitio para no contradecir a este político de medio pelo al que hace muchos años ya le tomaron la matrícula por los madriles, donde sigue teniendo la imagen de oportunista, chaquetero y, especialmente, de un puñalada trapera donde los haya.

Sondeos paulinos

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación