economía
El CSIC instala un arsenal de sismógrafos en Canarias y Marruecos para controlar improbables temblores durante las catas
Repsol sella un acuerdo por un año con el reconocido organismo para monitorizar eventuales movimientos sísmicos en la zona de las prospecciones, cuya probabilidad es prácticamente nula
![El CSIC instala un arsenal de sismógrafos en Canarias y Marruecos para controlar improbables temblores durante las catas](https://s1.abcstatics.com/Media/201411/12/rowan-%20renaissance-repsol--644x362.jpg)
Los estudios de los expertos aportados por Repsol para el estudio de impacto ambiental de las prospecciones canarias han confirmado que el área donde están previstas las catas presenta una sismicidad baja o es prácticamente nula.
Aún así, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha instalado 17 sismógrafos submarinos en la zona de los sondeos y alrededores, otros tantos en la costa canaria, en concreto en el litoral de las islas de Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria, así como dos acelerómetros, uno en Fuerteventura y otro en Lanzarote. A estos 34 sismógrafos, hay que sumarle otra decena más que se están colocando en la costa marroquí.
"Es una medida inédita en España. En ningún proyecto de estas características nos consta que se haya hecho algo así", indicaron fuentes de Repsol. Hay que tener en cuenta que otras petroleras han perforado en aguas relativamente próximas al Archipiélago canario sin que detallaran qué medidas de vigilancia adicionales han adoptado más allá de las que marcan las leyes internacionales aplicables a sus operaciones y de sus de por sí estrictos estándares internos de seguridad.
El caso más palpable es el de Kosmos Energy , que va a perforar a 6.500 metros de profundidad a unos 300 kilómetros del Archipiélago.
El acuerdo sellado entre el CSIC y Repsol entró en vigor hace unas semanas y desde entonces se han ido instalando estos aparatos que, por otra parte, complementan a la limitada red existente en Canarias y que también será utilizada durante las labores de perforación, apuntaron las mismas fuentes.
Según establece la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) aprobada por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a partir de un temblor sísmico de 4,5 grados, igual o superior en la escala de Richter habría que suspender los trabajos de exploración. El paso siguiente consistiría en determinar si el origen está asociado a estas tareas o se ha producido de forma natural.
La compañía contempla medidas incluso para situaciones remotas
Se trata de una posibilidad remota, pero el objetivo de Repsol es garantizar cualquier imprevisto por mínimo que sea. Mediante el acuerdo firmado, el CSIC se encargará de monitorizar e instalar estos instrumentos para medir terremotos o pequeños temblores. "Está todo preparado, al punto de que lo improbable también está contemplado", explicaron.
Mientras Repsol extrema las medidas de seguridad y vigilancia, el barco «Rowan Renaissance» ha puesto rumbo a Canarias. La empresa baraja que llegue, o bien directamente a dicha zona o bien al Puerto de Las Palmas, entre los días 15 y 20.
La decisión aún no está tomada. De hecho, hasta este miércoles Repsol no había pedido permiso para atracar en este recinto portuario, precisaron, aunque los movimientos contra el proyecto exploratorio llevan días propagando por las redes sociales que llegaría este viernes. De momento, desde Repsol no ven probable que arribe al puerto este viernes, aunque no tardará "mucho más allá" del día 15.
Un barco-ciudad con cine
El buque es una ciudad flotante. A bordo trabajarán 210 personas, a los que hay que sumar los empleados en los servicios de logística aparejados a las catas. En total, alrededor de 400 trabajadores. En este moderno barco el personal también hará vida. Dispone de comedor, de los correspondientes dormitorios, de un cine con capacidad para 50 butacas y de un gimnasio.
En la base logística de Las Palmas ya se encuentran dos de las cuatro embarcaciones que acompañarán al «Rowan Renaissance» en las labores de exploración. Una de ellas permanecerá 24 horas junto al buque de perforación para garantizar el perímetro de seguridad de un 1 kilómetro alrededor del «Rowan», de modo que asegura que no se acerca ningún otro buque.
Igualmente, contiene equipamiento y elementos para actuar en caso de emergencia y a bordo estarán los tres especialistas en observación y escucha de cetáceos contratados por Repsol. Se trata de un programa en el que la compañía ha invertido la nada despreciable cifra de 300.000 euros.
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