babilonia en guagua

¿Finados o fumados?

Posiblemente la fiesta de Halloween es tan pintoresca como otra cualquiera. ¿O acaso Jesucristo nació en Vegueta y los Reyes Magos son menceyes moradores en la cumbre de Tenerife?

gustavo reneses

En estos días otoñales del largo verano del catorce, las cortinas de humo que rodean nuestra mundana existencia se multiplican exponencialmente, dando ese sabor (amargo para más señas) que solo el cocinero quiere que catemos.

Otoño existencial más que anual, es lo que parece acompañarnos. No tenemos más que abrir cualquier periódico para hacer bueno aquel refrán que cualquier tiempo pasado fue mejor. Aunque sea mentira.

A la hemorragia de imputaciones y sus sangrantes declaraciones ante la Justicia, se le suma un sinfín de trapisondas que lejos de enervar a las masas críticas las sume en una angustia vital estructural. Es el efecto de la sobreinformación: una noticia alerta; si se repiten dos iguales indigna; tres ya cabrean; cuatro se jura a los vientos en arameo; y cinco, es la cadena amiga donde se suele acudir para dejar enfriar el encefalograma. De ahí su éxito de share.

Si de una sola tirada una persona lee: “Solo uno de cada tres españoles consigue salir de la crisis”; “Se saltan el precinto de unas obras ilegales para seguir trabajando”; “Sólo 3 de cada 10 parados cobra prestación en las islas”; “Permanece 6 horas en la calle, recién operado, por falta de sillas”; o “Cerrado el IES El Sobradillo toda la semana por una plaga de pulgas”; sólo caben dos cosas: o que estamos leyendo un medio de comunicación allende nuestras fronteras baifas -más allá de las que construimos con las otrora insondables subvenciones europeas- o que por un azar del destino hemos retrocedido en una cápsula del tiempo al medievo.

Posiblemente son los efectos más devastadores de una crisis que empezó disfrazada de económica, pero en realidad resultó ser una crisis de valores ataviada con las mejores galas de la indolencia en aquellos dorados años de bonanza.

Y ya, para la mayor de las desgracias del día, hoy uno se dispone a celebrar tranquilamente Halloween y salta el agorero de turno rasgándose las vestiduras y haciendo patria con alegatos de tipo: “es una fiesta americana” o “que resulta tan ridículo como una romería en Wisconsin”. Como si supiera dónde cae Wisconsin.

Además defiende con ímpetu que aquí “de toda la vida” se han celebrado Los Finados. ¿Alguien que no haya leído eso último en los mil rótulos de Facebook sabía qué era eso de los finados? Y más allá, ¿alguien lo ha celebrado?

Posiblemente la fiesta de Halloween es tan pintoresca como otra cualquiera. ¿O acaso Jesucristo nació en Vegueta y los Reyes Magos son menceyes moradores en la cumbre de Tenerife?

Ante todo tolerancia ante la innegable pluralidad de un mundo interconectado. El pedigree se demuestra en otra serie de acciones. Si uno quiere dejarse la piel por algo, que sea porque los titulares mencionados tontamente dos o tres párrafos atrás queden en un mal recuerdo, que se supere la crisis con valores humanos y que los chorizos sólo queden para los bocatas.

Buenos días, y por si no volvemos a vernos: Buenos días, buenas tardes y buenas noches.

¿Finados o fumados?

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación