panorama
Así les va, así nos va
Hasta el nuevo jefe de filas de CC, Fernando Clavijo, desconocía el texto de la pregunta sobre las prospecciones petrolíferas, que tuvo que rechazar públicamente
Me parece bien que la gente se manifieste libremente para apoyar o rechazar cualquier iniciativa. Faltaría más. Pero no puedo estar de acuerdo con que esas manifestaciones sean utilizadas para llevar a cabo actos vandálicos, insultar y faltar el respeto a quienes no están en su misma línea. Y menos aún que el presidente de todos los canarios encabece una de ellas.
Esto es lo que ocurrió el pasado fin de semana durante las manifestaciones organizadas por los partidarios del no a los sondeos petrolíferos. Es posible que el anuncio del Gobierno de España de su intención de impugnar los decretos del Ejecutivo regional en el Consejo de Ministros de pasado mañana, los haya desatado de los nervios. Es muy posible. Pero, también habrá que reconocer que una de las obligaciones que tiene el Gobierno de España es la de velar por los intereses del Estado, en su conjunto.
Hace tiempo que desde estas mismas páginas venimos denunciando que, aunque nos lo quieran disfrazar, el problema generado por Paulino Rivero sobre el rechazo de una parte de la población a las prospecciones petrolíferas, nada tiene que ver con la existencia de algún estudio serio y riguroso que apoye sus tesis y recomiende tal aptitud.
Y hemos dicho que la verdadera causa de ese posicionamiento negativo del presidente del Ejecutivo regional es debida, sencilla y llanamente, a la existencia de un problema de tipo afectivo. De ausencia de “feeling” entre el presidente Rivero y el ministro Soria.
Un problema de piel que les hace no soportarse. Un problema, en fin, de falta de empatía entre ellos. Y en este extraño devenir somos nosotros, los canarios, los que tenemos todas las de perder. No sé si este asunto se hubiese enconado tanto si los permisos para que Repsol pueda llevar a cabo los sondeos, hubiese podido concederlos el Gobierno de Rivero en lugar del ministerio de Soria. Seguro que no. Pero, las competencias son las que son.
Y, claro, esta situación explica por qué el texto de la pregunta le importaba una higa. Porque lo que realmente le interesaba era echarle un pulso al ministro Soria para dar a entender que en Canarias quien manda es él.
Y esa es la razón por la que ni siquiera se molestó en intentar consensuar ese texto, y que solo lo hizo con los partidarios del no que, por cierto, se enteraron unos minutos antes de que la diese a conocer a la opinión pública.
Como tampoco ha dado explicaciones sobre por qué no se dio audiencia al Partido Popular en ese tagoror. Pero claro, que esperábamos, si hasta el nuevo jefe de filas de CC, Fernando Clavijo, desconocía el texto de la pregunta y tuvo que rechazarla públicamente. Así les va, así nos va.