Canarias espera la respuesta a la ONU para ser base contra el ébola en medio de la polémica
Los sindicatos dicen que la región no está preparada y las autoridades buscan evitar la alarma social por la enfermedad
Mientras se espera una respuesta a la petición de la ONU para que la isla de Gran Canaria sea la lanzadera para la ayuda humanitaria hacia los países africanos afectados por ébola, en el Archipiélago ya ha estallado la polémica, con representantes sindicales denunciando fallos en los preparativos sanitarios y algunos partidos políticos pequeños dando a conocer posturas alarmistas. Mientras tanto, el gobierno regional apela a la cordura y a coordinar esfuerzos con las autoridades nacionales.
La responsable de Prevención y Salud Laboral de Intersindical Canaria, Patricia Hernández, denunció públicamente que el viernes pasado las tres habitaciones reservadas para un hipotético caso de contagio de ébola en el Hospital de La Candelaria (Tenerife) estaban ocupadas por pacientes con otras dolencias. «A la pregunta de por qué estaban ocupadas, cuando teníamos que tener todo preparado, por si acaso, la respuesta fue: se preparan en quince minutos», aseguró en los micrófonos de la Cadena Ser.
Para la responsable sindical, son «una desfachatez» las declaraciones de la consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, Brígida Mendoza, sobre la preparación del Archipiélago frente a un posible caso de contagio. Declaraciones «tardías», por otra parte ya que fueron, afirmó, una semana después del ingreso de la paciente de Madrid.
Mendoza había lanzado este lunes un mensaje de tranquilidad a la población y a los profesionales al asegurar que las islas están preparadas para hacer frente a un posible caso de ébola, cuyo riesgo de extensión en España es bajo. Así, afirmó que Canarias cuenta con medios y preparación y que solo en una ocasión se ha activado el protocolo para la atención de estos pacientes, que fue con un marinero evacuado de barco y que resultó estar enfermo de malaria.
En la misma línea de llevar tranquilidad a la población se mostró el presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Bravo de Laguna, que además destacó que es un orgullo que hayan pensado en la isla de Gran Canaria, porque hemos luchado para ser un hub económico y solidario hacia África».
Sin embargo, no todo ha sido moderación en este asunto, y el presidente del Centro Canario Nacionalista, Ignacio González, que ya en la oleada de pateras y cayucos de hace ocho años había lanzado mensajes xenófobos y mencionado esta enfermedad, en estos días ha vuelto sobre el asunto, solicitando «el cierre de las fronteras» isleñas. «O cerramos las fronteras o corremos el riesgo de que el ébola cierre las islas. Es una cuestión de vida o muerte, de supervivencia humana y económica, porque vivimos del turismo y nadie vendría a Canarias si corriera el más mínimo riesgo de infectarse con una enfermedad mortal que hoy por hoy no tiene cura. Si el Ébola se extendiera por las islas, unos moriríamos por la enfermedad y el resto de hambre», afirmó.
De la misma manera, la rama canaria de Podemos también se ha posicionado sobre la enfermedad. El Círculo Podemos Sanidad de Tenerife ha advertido de que Canarias «no está preparada frente a la infección por el ébola, pues trabajadores sanitarios y delegados de prevención en los centros desmienten "radicalmente" la supuesta adopción de medidas de formación, entrenamiento, equipamiento y habilitación de recursos materiales y humanos anunciadas por la Consejería de Sanidad». Así, afirman que «por mucho que se hable de protocolos, de aislamiento en los Centros de Salud o de traslados a centros hospitalarios sin los correspondientes medios ante una alerta epidemiológica de Nivel 4 como es el caso de virus del Ébola, es hacer el "más espantoso ridículo».
No habrá repatriaciones de enfermos
La petición que Naciones Unidas ha cursado al Gobierno excluye, eso sí, la repatriación de personas con esta enfermedad. Así lo ha asegurado a Ep el delegado del Programa Mundial de Alimentos de la ONU en Gran Canaria, Pablo Yuste.
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