EN HUESCA
Convento de Las Miguelas: el solar que vale un céntimo
Desde hace más de 30 años el Ayuntamiento de Huesca paga un céntimo anual a las monjas de las Carmelitas Calzadas por la cesión de una plaza que pertenece al convento para el uso y disfrute público
Un céntimo. Esta es la cantidad que anualmente el Ayuntamiento de Huesca paga a las monjas carmelitas del convento de la Encarnación, conocidas como las Miguelas. Se trata de un pago simbólico por la cesión de parte de los terrenos del convento, que se sitúan en el exterior, para uso de la ciudad. Como marca la tradición, esta semana, coincidiendo con la festividad de San Miguel, el Consistorio oscense les ha entregado un céntimo de euro por el uso público de su plaza.
Las Carmelitas Calzadas ocupan este convento desde el siglo XVII. Sin embargo la historia del templo se remonta a la época medieval. En concreto, fue fundado en 1110 por el rey Alfonso I. Durante años se utilizó como leprosería, cementerio y lugar de reunión de la asamblea pública denominada “Concejo”. Fue en 1623 cuando tuvo lugar la bendición de la primera piedra del convento. Desde entonces, la vida conventual ha marcado el devenir de este complejo, que es Monumento Histórico-Artístico y Bien de Interés Cultural.
En 1983 las hermanas de esta congregación religiosa decidieron ceder la plaza que está junto al templo para que pudieran disfrutarla los ciudadanos. Aunque se trata de una propiedad privada del convento, el uso y disfrute es público, gracias al convenio que en su día firmaron las Carmelitas Calzadas con el Ayuntamiento de Huesca. Un «alquiler» por la que el Consistorio paga todos los años una cantidad simbólica. Este pago se realiza desde hace más de 30 años: al principio se entregaba una peseta y ahora un céntimo de euro.
No fue de lo único que se desprendieron las monjas. En su día también cedieron los alrededores de la plaza para construir la rotonda que regula el tráfico en el cruce de la Ronda Montearagón, la calle Joaquín Costa y la antigua carretera de Jaca. Una cesión que fue gratuita.
Desde entonces, en agradecimiento a su generosidad, el Ayuntamiento decidió instaurar esta tradición y que se ha mantenido con el paso de los años. El primer alcalde que pagó una peseta por los terrenos del convento fue Enrique Sánchez Carrasco (PSOE), y le siguieron Luis Acín (PAR), José Luis Rubió (PP), Fernando Elboj (PSOE), Luis Felipe (PSOE) y Ana Alós (PP).
Este año, de nuevo el socialista Luis Felipe ha sido el encargado de entregarles el céntimo a las monjas y ha rubricado con la hermana María Blanca de la Eucaristía el convenio que contempla la cesión de la plaza anexa al convento. Así, «se pone de manifiesto la generosidad de las Miguelas con la ciudad, ya que a cambio de un céntimo se ocupa un espacio que se hace público aunque pertenece al complejo del convento», asegura el alcalde de Huesca.
Para las monjas esta cesión «supone dar un servicio para la ciudad». «Nosotras siempre rezamos por toda la ciudad, es una colaboración que hacemos mutuamente», señala la hermana María Blanca de la Eucaristía. Todas las pesetas y los céntimos que han recibido las Miguelas desde 1983 se han guardado en el archivo del convento junto a los contratos.