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Calatayud, festivo destino
La ciudad, incluida por la Unesco en su lista de Patrimonio de la Humanidad, se llena de colorido esta semana con una de las fiestas más multitudinarias de España
Calatayud es un libro abierto para los amantes de las tradiciones, de la naturaleza y de la historia del arte. Desde la Celtiberia hasta el arte contemporáneo, más de 2.000 años de cultura labrada por las gentes que han habitado sin interrupción este enclave de la provincia de Zaragoza han hecho de Calatayud un destino turístico de excepción en la España de interior que, esta semana, multiplica sus atractivos con la metamorfosis anual a pie de calle que experimenta esta ciudad de la mano de las fiestas de San Roqu e [consulta aquí el programa festivo] .
El tradicional lanzamiento del cohete inaugural abrirá el jueves la nueva edición de los «Sanroques» bilbilitanos, una oportunidad especial, cada año, para disfrutar desde otro punto de vista y con atractivos multiplicados el ambiente de una ciudad que se sumerge en el colorido, el bullicio y la diversión durante cuatro días de fiesta sin descanso.
El multitudinario lanzamiento del chupinazo , en la tarde de este jueves, hará vibrar un año más el corazón del Casco Antiguo de Calatayud, su histórica plaza porticada de España, sede de la monumental Casa Consistorial. La plaza se teñirá de rojo, verde, amarillo, naranja, azul, rosa, morado, negro, gris y blanco, los colores que identifican a las diez peñas sanroqueras que protagonizan la fiesta y la diversión durante los «sanroques», que este año se celebran desde el día 13 hasta la noche del domingo día 16.
El lema de este año para las fiestas bilbilitanas —«Lo tiene todo»— da fe de lo que realmente son estos días para propios y visitantes. Diversión, modernidad y tradición se funden en unas fiestas que impulsa año tras año la Federación de Interpeñas con la colaboración del Ayuntamiento. Sergio Gil, concejal de Turismo , destaca que «las fiestas de San Roque se caracterizan por mantener tradiciones centenarias que diferencian a estas fiestas. Por eso debemos trabajar por mantener y situar estas costumbres sanroqueras como los principales atractivos turísticos» de una ciudad que dispara la afluencia de visitantes durante estos días de agosto con unas fiestas que están declaradas de Interés Turístico Regional y que aspira al reconocimiento nacional.
La calle, el gran escenario
Durante todos estos días, la calle se convierte en el gran escenario de las fiestas, con un permanente ir y venir de charangas, música, peñistas y diversión . Los recintos de las peñas salpican el casco urbano y protagonizan el colorido y el ambiente en unos festejos en los que la más que centenaria Plaza de Toros se convierte también en escenario de excepción. El festejo central, la corrida del viernes día 14, con los espadas Iván Fernández, Manuel Escribano y Joselito Adame , que lidiarán toros de Hermanos Domínguez Camacho.
Otro de los acontecimientos centrales es la histórica romería a la Ermita de San Roque , que arranca con el ascenso a lo alto del cerro coronado por este recoleto templo en la noche del 15 al 16 de agosto. Tras rendir tributo al santo, los romeros emprenden el descenso con avituallamiento incluido, el tradicional chocolate que se reparte entre todos los que acuden. Y, de ahí, a seguir la fiesta hasta que la traca ponga el punto y final en la noche del domingo 16.
Vivir el «sanroque» bilbilitano es sumergirse en un ambiente excepcional en una ciudad monumental.