sucesos
El hombre que tiroteó al novio de su hija muere abatido tras más de 12 horas atrincherado
Herido grave un agente de la Guardia Civil en el asalto a la vivienda, tras más de 12 horas de cerco policial
Unidades especiales de la Guardia Civil han asaltado finalmente la casa del hombre de 70 años que se atrincheró tras tirotear en Ejea de los Caballeros (Zaragoza) al novio de su hija. El septuagenario ha fallecido, abatido en un intercambio de disparos en el que ha resultado herido grave un agente.
Durante más de doce horas, la vivienda ha estado cercada por numerosos efectivos de las fuerzas de seguridad, incluidos equipos especiales de intervención de los GRS de la Benemérita.
Sobre las 8:00 horas de este jueves, la Guardia Civil activó el dispositivo para entrar en la vivienda. Tiraron la puerta y empezarno a entrar los agentes, que fueron recibidos con disparos por parte del atrincherado. Se produjo un intenso intercambio de disparos. Como consecuencia del tiroteo ha fallecido el hombre que permanecía atrincherado en la casa y uno de los agentes ha resultado herido, según han informado fuentes de la Benemérita.
El novio de su hija permanece ingresado en la UVI del Hospital Clínico Universitario de Zaragoza. Resultó herido de gravedad de dos disparos de escopeta con la que el septuagenario también tiroteó a un agente de la Guardia Civil que llegó al lugar y que resultó herido leve gracias a que le protegió el chaleco antibalas.
Los vecinos, consternados
El barrio de Ejea de los Caballeros donde vivía el hombre está viviendo con consternación el desenlace de este suceso, que ha tenido en vilo durante más de doce horas a esta localidad. Julio Ezquerra, alcalde del barrio donde se encuentra la casa en la que se han producido los hechos, ha dicho a Efe que los vecinos están «consternados», ya que al fallecido se le veía como «una persona normal» y él lo saludaba de vez en cuando. «No puedo decir más porque os estaría mintiendo», ha añadido este representante municipal, quien ha indicado que no tiene conocimiento de que hubiera protagonizado incidentes violentos o hubiera sido denunciado por agresiones. «Yo lo veía normal», ha reiterado el alcalde de este barrio, de poco más de un millar de habitantes, donde la víctima, a la que se conoce con el apodo de «El garullano», regentaba con su familia el bar «La Llana».
Fuentes del ayuntamiento de Ejea han señalado que no tienen información sobre la vida personal de este hombre y que desconocen sus relaciones con los vecinos o su familiares.
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