Defensa insiste en cerrar el último cuartel de Huesca para ahorrar 700.000 euros al año

El Ministerio de Defensa sigue sin dar marcha atrás en sus planes para cerrar el último cuartel que le queda a Huesca capital, el «Sancho Ramírez». Persiste en que la medida es acertada alegando que al Estado le ahorrará en gastos de funcionamiento casi 700.000 euros anuales, cifra que contrasta con los 8 millones de euros que deja en la economía local la actividad del acuartelamiento, según un estudio del Ayuntamiento y la Cámara de Comercio.

Todos los grupos políticos municipales, incluido el PP –que gobierna el Ayuntamiento–, coinciden en que lo que demuestran las cifras en realidad es que el cierre decidido por Defensa es una medida desproporcionada, porque el ahorro esgrimido será casi 12 veces más el perjuicio económico que el ahorro.

Esos 8 millones de euros que se calculan que deja el cuartel en la economía local es fruto de sumar apartados tales como las compras que realiza el acuartelamiento, los servicios que contrata, los sueldos civiles y militares que deja en la ciudad –directos e indirectos–, y el efecto multiplicador que tiene en la demanda comercial.

La decisión de Defensa ha unido en bloque a todos los partidos políticos con representación en el Ayuntamiento y la alcaldesa, la popular Ana Alós, se ha puesto al frente del frente de oposición ante los planes del Ministerio que dirige Pedro Morenés. Todo ello del lado de la plataforma en defensa de la continuidad del cuartel que hace meses crearon las familias de los militares y trabajadores civiles destacados en un acuertalemiento que cuenta actualmente con unas 250 plazas.

Defensa prevé cerrar el cuartel oscense dentro de año y medio, a finales de 2016, cuando tiene planificado que se traslade a Zaragoza la agrupación de apoyo logístico del Ejército que tiene actualmente su sede en la capital altoaragonesa.