Los afectados por la riada del Ebro comienzan a pasar factura de las pérdidas

Campos completamente anegados, granjas inundadas con miles de animales muertos, casas empantanadas de agua y barro e infraestructuras muy dañadas. Esta es la estampa que ha dejado la riada del Ebro en Aragón. Ahora, a medida que las aguas van volviendo a su cauce, toca comenzar a evaluar los daños, que no van a ser pocos.

Las primeras previsiones apuntan a que la factura que dejará esta gran avenida, la mayor de las últimas décadas, superará los cien millones de euros. La agricultura y la ganadería son las que se han llevado la peor parte.

Para agilizar los trámites, el Gobierno de Aragón ha abierto tres oficinas de atención a los damnificados. Están en Alagón, en la sede comarcal, en Quinto de Ebro y en Zaragoza capital, en la sede del Departamento de Agricultura del Gobierno de Aragón.

Hasta allí ya han comenzado a llegar los primeros afectados. Vecinos de localidades como Novillas, Gallur o Villafranca de Ebro. La mayoría presentan los daños en sus viviendas y granjas. Y es que para valorar las pérdidas en el campo toca esperar a que el agua se vaya. Algunos llevan más de un mes inundados.

En el caso de Gallur, por ejemplo, se han inundado varias granjas. En una de ellas han muerto ahogados 3.000 cerdos. En Villafranca de Ebro, la peor parte se la han llevado las viviendas. Hay casas a las que el agua les llegaba por el tejado. «Hemos perdido absolutamente todo, no se ha salvado nada. Ropa, electromésticos, muebles, los recuerdos de toda una vida... Todo a la basura», se lamenta una de las afectadas.

El horario de atención al público es de 9.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 19.00 horas, de lunes a viernes, y de 10.00 a 14.00 horas durante los fines de semana.