SOCIEDAD
Miles de hectáreas de cultivo están inundadas por el Ebro desde hace un mes
Los municipios ribereños sufrirán esta semana las cuartas inundaciones desde finales de enero
Miles de hectáreas de cultivo de los municipios ribereños del Ebro llevan inundadas desde hace tres semanas y, convertidas en pantanos, no se recuperarán en al menos varias semanas, porque en los próximos días llegará la cuarta riada desde finales de enero. Lo ha anunciado la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE): a partir del jueves prevé que en este gran río una crecida extraordinaria de caudales, cuyos efectos se sentirán especialmente en el tramo medio del Ebro, en su tránsito por Aragón.
La indignación crece entre los agricultores, habitantes y ayuntamientos de los municipios afectados. Los gobiernos autonómicos de La Rioja, Navarra y Aragón han pedido en las últimas semanas que el Ministerio de Medio Ambiente acometa de una vez una limpieza en profundidad del río, que elimine los materiales de arrastre que acumula desde hace más de diez años, con sedimentos que han elevado el lecho del río, han estrechado sus márgenes y, por tanto, han reducido la capacidad de desagüe del Ebro. De ahí que cada vez hagan falta crecidas de caudal de menor envergadura para que el río se desborde anegando campos de cultivo e incluso afectando a núcleos habitados.
Pese a que los municipios ribereños llevan más de diez años reclamando esa limpieza, la CHE se escuda en que la normativa medioambiental que protege el cauce impide llevar a cabo un proyecto en profundidad, integral, como el que reclaman los afectados. Más de diez años se le lleva dando vuelta en los despachos de la CHE a un proyecto de dragado y limpieza del Ebro que, hoy por hoy, sigue sin existir. Tras más de diez años de estudios y trámites burocráticos, hoy por hoy lo único que hay es un anteproyecto, que ni siquiera se ha terminado de redactar.
Las intensas nevadas y lluvias que han comenzado a descargar esta semana en la cabecera del Ebro y en el Pirineo desencadenarán la nueva crecida extraordinaria del gran río a partir del jueves. Se prevé que la punta de esa crecida llegue a Zaragoza el domingo.
Se produce después de tres crecidas previas ocurridas desde finales de enero, que han anegado más de 10.000 hectáreas en el tramo navarro, riojano y aragonés del Ebro –especialmente en Aragón–.
La nueva riada que se producirá esta semana condena a miles de hectáreas de cultivo a seguir empantanadas durante días. Así que, como mínimo, gran parte de esos campos llevarán más de un mes inundados.
La situación no es nueva. El año 2013 fue otro ejemplo de los problemas que padecen los municipios ribereños. En aquella ocasión, miles de hectáreas permanecieron cubiertas de agua durante meses por sufrir los efectos de varias crecidas seguidas del Ebro.
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