Un cuatrero muy colega

Tiene 52 años, es pastor de ovejas y ha acabado detenido por segunda vez en menos de dos meses. Esta última vez, como presunto autor de 13 robos cometidos en rebaños; la anterior se le imputaron otros cuatro. Se le acusa de sustraer ovejas de otros pastores de la comarca aragonesa de Monegros e incluso de ganaderos trashumantes radicados en otras provincias y que vieron cómo les «despistaban» ovejas a su paso por esa zona de Aragón.

Según ha informado la Guardia Civil, el pasado diciembre fue imputado por otros cuatro robos de ganado ocurridos en las localidades monegrinas de Torralba de Aragón y Tardienta. Así que, entre aquellos y los de ahora, suma ya 17 acusaciones en menos de dos meses.

El presunto cuatrero había visto prosperar su rebaño de forma considerable. Había alcanzado las 998 ovejas, pero buena parte de ellas gracias a las malas artes de las que se le acusa. Y es que de esas 998 ovejas que sumaba, casi la cuarta parte —215— las había robado a otros colegas de profesión.

La investigación ha sido técnicamente compleja por lo que ha costado descifrar los códigos de identificación de los animales. Ante los antecedentes de diciembre, cuando a la Guardia Civil le llegaron las denuncias de enero sospechó que podía estar implicado el mismo ganadero. Fueron a su explotación y se pusieron a inspeccionar, una a una, las 998 ovejas. Acompañados de técnicos de la Administración autonómica, analizaron el chip que lleva cada animal y determinaron que 215 de ellos apuntaban a una procedencia dudosa. Tras varios días indagando en el rastro «electrónico» de esos animales se confirmó que, efectivamente, en realidad eran animales que habían sido robados a otras explotaciones ganaderas.

Esas 215 ovejas han sido legalmente puestas a disposición del juzgado que instruye el caso. Eso sí, plantar tanta oveja ante la Administración de Justicia resulta complejo, así que, hasta que se determine lo contrario, han quedado en manos del juez, pero siguen en la granja del detenido.