Teruel pierde a José María Pascual, el verdadero alcalde de la Concordia

Regidor durante cinco legislaturas en Alcañiz, a su multitudinaria despedida con la presidenta regional Luisa Fernanda Rudi en cabeza acudieron tantos propios como extraños, verdadera prueba de su carácter

Teruel pierde a José María Pascual, el verdadero alcalde de la Concordia fotos de archivo cedidas por el ayuntamiento de alcañiz

érika montañés

Se preciaba José María Pascual Fernández-Layos en vida de no tener enemigos políticos. Si acaso, repetía como un mantra que hoy se antoja a años luz de la realidad, solo contrincantes. Y buena fe de su talante negociador la da Marisol Navarro Pratsavall, la única regidora, del PSOE, que arrebató el cetro municipal y por corto espacio de tiempo a Pascual (quien fuera alcalde durante cinco legislaturas, militando a finales de los 70 en una Coalición independiente de derecha, después nombrado con el apoyo de UCD y finalmente reelegido en 1983 con Alianza Popular). «Preócupate de los tuyos, que yo ya me ocuparé de los míos», rememora Navarro. Y en efecto, no transcurrió demasiado hasta que las filas socialistas se rebelaron contra ella y se coaligaron con Izquierda Unida. Es una anécdota que hoy recuerda todo el municipio, la villa con el señorial parador de la Orden de los Calatravos a la que Pascual otorgó su vida y la misma que acudía en masa este 29 de enero a su despedida (multicolor) en la Iglesia de Santa María la Mayor, con la presidenta regional, Luisa Fernanda Rudi, al frente.

Más de 20 años en la Alcaldía, cargo que compaginó durante un tiempo con el de senador, diputado provincial y vicepresidente de la Diputación de Teruel, entre 1991 y 1995, dan para mucho. Hicieron de él el baluarte del PP en la zona, que nunca negó el derecho a nadie a comentarle sus problemas o sus ideas para la ciudad.

Quien fuera el último regidor franquista en Alcañiz y el primero de la democracia fue muñidor del camino de rosas en que se convirtió la transición de las instituciones y la vida social y cultural de la segunda urbe en importancia de la provincia. «Estuvo en todos los estamentos importantes de la ciudad», asevera Juan Carlos Gracia Suso, actual regidor popular de Alcañiz, que ve en Pascual su referente, el «padre» que le dio el último empujón para adentrarse en el Consistorio, un modelo de dirigente que siempre primó el consenso, el diálogo, el interés del ciudadano. «Era un político especial, irrepetible, porque no hay muchas personas dispuestas a dedicar toda su vida» por sus paisanos. Y él lo hizo.

Zaragocista hasta la médula

Soltero y sin hijos, entre sus «vicios» se contaba el de ser zaragocista hasta la médula. No en vano, fue tesorero del Real Zaragoza bajo el mandato de José Ángel Zalba, hasta septiembre de 1992. Deportivos y no tanto, Pascual colocó la primera piedra de los grandes proyectos que dibujan el Alcañiz que es hoy: el hospital que da servicio a toda la comarca histórica del Bajo Aragón, la Semana Santa tamborilera, el Circuito Guadalope -trazado urbano que alumbró el circuito de velocidad de Motorland- la Cooperativa Santa María de los Pueyos, el Teatro municipal, la Cámara Agraria y entre 1984 hasta 2013, en la Confederación Hidrográfica del Ebro. Y desde todas estas aristas en que se vertebra la cotidianidad de Alcañiz congregó idéntica opinión: era hombre de concordia. Un título con mayor validez si cabe en una ciudad enmarcada en la historia como la sede del pacto Cataluña-Aragón de 1412 que elegiría al sucesor de la Corona de Aragón y que culminaría en el compromiso de la vecina localidad de Caspe.

«Ha muerto una institución», dijo el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, en el sepelio. Y en realidad, con él se iban los inicios de una docena de instituciones que conforman el trasiego de los alcañizanos en pleno siglo XXI.

José María Pascual abandonó el presente los últimos dos años. Los ancianos del Hogar Santo Ángel de Alcañiz presos del pasado priman de su compañero este tiempo un dato: fue un hombre bueno, sí, además de «barato», porque el hijo del doctor cirujano que dejó la carrera de Medicina para explotar la finca agraria familiar rehuyó siempre de un sueldo como alcalde.

Amigos y parientes suyos comentan que siempre se definía como alcañizano 100%. Descanse en paz quien nació un 20 de octubre de 1940 y murió a las 23.00 horas de un frío 27 de enero, cómo no, en su querido Alcañiz.

Como último dato para el recuerdo quedará que fue el primer Premio Concordia Alcañiz entregado en 2012, el último acto en el que pudo verse en público al primer alcalde democrático de la ciudad, adalid de concordia.

Teruel pierde a José María Pascual, el verdadero alcalde de la Concordia

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