política
La Generalitat se apropia del Rey Católico: «Fernando II de Cataluña»
A través de la web de sus «servicios diplomáticos», sostiene también que el origen de las «tensiones» entre Cataluña «y Castilla» están en el descubrimiento de América
Se apropió del aragonés Pico Aneto, presentó como catalán de pura cepa al erudito del siglo XVI Miguel Servet —nacido en la provincia de Huesca—, ha llegado a asegurar que el rey de Aragón Jaime I El Conquistador «creó los Países Catalanes» y ahora, en su afán por reconstruir la historia, el nacionalismo rebautiza al aragonés Fernando El Católico como «Fernando II de Cataluña». Así se refiere a él la Generalitat en la página web de sus «servicios diplomáticos», el Consejo de Diplomacia Pública de Cataluña (Diplocat) .
Noticias relacionadas
La manipulación no es nueva. La Generalitat la ha aplicado con otros reyes de Aragón a los que presenta como monarcas catalanes pese a que nunca existieron tales porque Cataluña no pasó de tener la consideración de Condado y una parte más de los dominios de la Corona de Aragón. La realidad histórica, sin embargo, no impide que la web del «Diplocat» hable de Fernando de Aragón —nacido en Sos del Rey Católico (Zaragoza)— como «Fernando II de Cataluña y Aragón». Y se explaya afirmando que su boda con Isabel de Castilla, en 1469, «culminó» el «esplendor político, cultural y comercial de Cataluña durante la Edad Media».
Pedro II, también «catalán»
El empeño por catalanizar reyes de Aragón y así intentar presentar a Cataluña como un reino histórico —que nunca fue— hace tiempo que se convirtió en costumbre cultivada por el nacionalismo y replicada por la Generalitat. De hecho, la propia página que el «Diplocat» tiene en internet lo hace también con otro rey de la Corona de Aragón, con Pedro III, al que presenta como «rey catalán Pedro II el Grande», pese a que nació en Valencia y, como era tradición, fue coronado rey en Zaragoza en 1276.
«Tensiones con Castilla»
La Generalitat, a través de esta web da también su particular visión de las supuestas «tensiones» independentistas de Cataluña a lo largo de la historia. Sostiene que tienen su origen en el descubrimiento de América, porque a raíz de aquel hecho la preponderancia marítima del Mediterráneo —que la Generalitat también presenta como «dominio catalán», pese a que lo fue de la Corona de Aragón— se trasladó hacia el Atlántico. En su peculiar relato, la web del «Diplocat» dice que ese auge del comercio atlántico «resintió» a Cataluña: «a partir de entonces, la hegemonía política y económica de Castilla tensó las relaciones con Cataluña». Unas «desavenencias» que, según esta misma web, tuvieron su «punto culminante» con la Guerra de Sucesión, a principios del siglo XVIII, cuando la falta de descendencia del rey Carlos II fue cubierta por Felipe V en vez de por el archiduque Carlos, al que había apoyado Cataluña.
Pero esta web de la «diplomacia» catalana no solo manipula la historia sino también el pasado inmediato. Por ejemplo, cuando afirma que el vigente «Estatut» que vio la luz en 2005 fue respaldado por «el pueblo catalán» en referéndum «en una proporción de 3 a 1». Lo que no dice es que ese que más de la mitad de los catalanes —el 50,6%— no acudieron a votar, lo que en realidad significa que el «sí» solo lo manifestaron expresamente en las urnas el 37% de los catalanes.
La Constitución de 1978
La Transición también se presenta en esta página web de forma parcial. Así, dice que en 1978 «los españoles aprobaron una nueva Constitución», sin hablar del contundente apoyo mayoritario que obtuvo en Cataluña; y afirma que de ella emanó «un nuevo Estatuto de autonomía» para regular «las relaciones entre el Principado y el Estado Español», algo que tampoco fue tal, sino la implantación de un modelo de descentralización política que se extendió, con diversos grados de autonomía, entre todas las regiones de España.