ciencia
Cinco metros de cuello fosilizado
Investigadores de la Universidad de Zaragoza participan en la extracción de un monumental cuello de dinosaurio
Vivió hace 68 millones de años en tierras de lo que hoy son la vertiente española del Pirineo, allí murió y quedó fosilizado. Ahora ve la luz el esqueleto de este dinosuario que medía entre 15 y 20 metros de largo, cinco de ellos de cuello.
Según ha informado este martes la Universidad de Zaragoza, en la extracción de esas vértebras han participado expertos del campus aragonés, pertenecientes al grupo científico Aragosaurus, en colaboración con el Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont.
Los restos han sido hallados en el tramo leridano del Pirineo, en Orcau, y la extracción de estos monumentales huesos fosilizados han contado con la ayuda de la National Geographic Society.
Las mismas fuentes han destacado que los restos hallados son de un gran valor, porque corresponden a «uno de los saurópodos más grandes que se han encontrado en el Pirineo, un área muy rica en restos de dinosaurios como lo demuestran los yacimientos de Arén y Blasi, en Huesca».
Bernat Vila, investigador de la Universidad de Zaragoza, ha destacado que «este hallazgo tiene para nosotros un elevado interés científico, ya que representa una parte muy significativa de un esqueleto que se encontraba en conexión anatómica y que nos puede aportar una valiosa información sobre el tamaño y la biología de este dinosaurio».
Este científico ha expresado su satisfacción tras haberse conseguido dar con este dinosuario fosilizado, cuya extracción «ha sido la culminación de unos trabajos que empezaron hace casi 60 años» en ese yacimiento.
La estructura fabricada para sacar intacta la pieza del yacimiento, y que los paleontólogos llaman «momia», pesaba entre 2.000 y 2.500 kilos y medía cinco metros y medio de largo por un metro y medio de ancho. Se trata de la momia más grande realizada hasta ahora por el equipo de investigadores de la Universidad de Zaragoza y el Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont (ICP) y, probablemente, una de las más grandes construidas en Europa, según las mismsa fuentes.
Un yacimiento descubierto en 1954
El yacimiento de Orcau-1 se conoce desde los años 50 pero por varios motivos no se ha excavado de manera sistemática hasta estos últimos años. Fue descubierto en el año 1954, cuando empezaron a aflorar en superficie los primeros restos de dinosaurios, pero posteriormente las excavaciones se detuvieron hasta los años 80 debido a problemas económicos. En el año 1983-84 se retomaron las excavaciones y se identificaron más restos de la especie que, finalmente, se excavó la semana pasada. La Universidad de Zaragoza y el ICP han excavado allí regularmente desde el año 2012.
Además de la National Geographic Society, las campañas de excavación de los últimos tres años en el yacimiento de Orcau-1 han sido financiadas por el Ministerio de Economía y Competitividad, el Instituto de Estudios Leridanos y el Departamento de Cultura de la Generalitat de Cataluña.