sucesos
La infanticida de Zaragoza ya estuvo bajo vigilancia hace un año
Las pediatras alertaron de su extraño comportamiento con su segunda hija, la única que se ha salvado de las tres que ha tenido en tres años
Ikram, la joven marroquí de 27 años residente en Zaragoza que está acusada de matar a dos de sus tres hijas siendo bebés, ya estuvo bajo vigilancia hace algo más de un año. En julio de 2011 falleció su primera hija a las semanas de nacer. Muerte súbita, se determinó entonces a falta de una autopsia que los padres se negaron a que se le realizara a la pequeña. En marzo de 2013, acudieron a los servicios sanitarios con otra bebé en estado muy grave. Logró sobrevivir. Los síntomas que presentaba eran similares a los del primer caso: indicios de vómito, mala coloración general y boca azulada, indicios que encajan con la asfixia.
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Con ese segundo episodio, los médicos vieron ya algo extraño. El comportamiento de la madre certificaba sus temores. No mostraba destreza alguna ni interés por el cuidado de su hija, ni los mínimos sentimientos emocionales propios de la maternidad. A las pediatras que la atendían no solo no les pasó desapercibido todo esto, sino que lo pusieron en conocimiento de los servicios de protección de menores, que intervinieron. La Policía también lo hizo, a través de su grupo de menores.
Se instalaron cámaras
Durante los días que estuvo en el hospital con su hija, incluso se colocaron cámaras para tenerla vigilada. Cuando se le dio el alta a la pequeña, los servicios de protección de menores se la retiraron a los padres y se hicieron cargo de la niña. Durante meses estuvo bajo la tutela de la Administración. Les fue devuelta cuando tenía ya casi un año de edad. Ahora se les ha retirado de nuevo a los padres, tras la muerte de otra hija de la pareja, a la que sí se le practicó la autopsia y determina que el fallecimiento se produjo por asfixia provocada.
Quería un hijo varón
La madre —que al parecer estaría obsesionada con tener un hijo y las tres veces que dio a luz fueron niñas— es la única imputada. Fue detenida el lunes, y el miércoles fue enviada a prisión por orden de la jueza que lleva el caso, pese a que la acusada negó haber matado a sus bebés. Ni a la que falleció el pasado 21 de noviembre —que había sobrevivido a otro episodio similar el 16 de octubre— ni a la que murió en similares circunstancias en julio de 2011.
El año pasado, cuando intervinieron el grupo de menores de la Policía y los servicios sociales, no hallaron pruebas que motivaran su detención. Sin embargo, sí hubo elementos más que suficientes para que se adoptara la medida preventiva de retirarle durante meses a su segunda hija, a la postre la única que ha sobrevivido de las tres que ha tenido Ikram en poco más de tres años. Esta segunda niña ha vuelto a estar ahora bajo la tutela de los servicios sociales.