gasto público
Otro escándalo de la Expo de 2008: más de dos millones dilapidados en hidrógeno
Tres autobuses «ecológicos» y una estación de servicio de hidrógeno que costaron 2,5 millones y que no se usan desde hace seis años
La Expo de 2008 duró tres meses. Su ruina económica, años. Sigue sumando números rojos, año tras año. El recinto de la Exposición Internacional de Zaragoza fue construido por una sociedad pública que entonces lideraba el Estado, junto al Gobierno aragonés y al Ayuntamiento zaragozano. Terminada la Expo, el Estado se deshizo de sus acciones y se las endosó a la Comunidad autónoma.
La sociedad de la Expoagua sumó cientos de millones de números rojos. Luego se transformó en Expozaragoza Empresarial, y el roto económico siguió creciendo. Y lo sigue haciendo, a costa de los presupuestos públicos, ahora del Gobierno aragonés. En total, como desveló ABC hace unas semanas, la cuenta de pérdidas de la Expo roza ya los 700 millones de euros. En 2013, por ejemplo, sumó otros 22,6 millones de euros. Y eso que el Ejecutivo autónomo le inyecta multimillonarias cantidades, año tras año, para mantener a flote la sociedad.
El fiasco es de órdago y no se le ve fin al túnel. Mientras, siguen aflorando escándalos, como la aventura «ecológica» sobre ruedas en la que se embarcó la sociedad organizadora de la Expo cuando la lideraba el Estado, en tiempos de Zapatero. Se gastó 1,3 millones de euros en comprar tres autobuses de hidrógeno y otros 1,2 millones en adjudicar la construcción –y el mantenimiento durante varios años– de una hidrogenera, una «gasolinera» de hidrógeno para abastecerlos y, supuestamente, para suministrar a otros vehículos que en el futuro fueran apareciendo, públicos o privados.
Ese contrato sigue en vigor, así que sigue costando dinero. Según ha publicado el diario regional Heraldo de Aragón, del orden de 80.000 euros anuales que van con cargo al dinero que año tras año le inyecta el Gobierno aragonés a la sociedad de la Expo.
Lleva tiempo intentando desprenderse de esta ruina, pero no lo logra. Según la misma información, hasta por solo un euro se ha pretendido venderla, pero ni por esas encuentran comprador.
La hidrogenera se construyó en el barrio zaragozano de Valdespartera, y ahí sigue, sumando silencio y ruina económica.
Ahora se va a intentar de nuevo con una licitación que va a ser más flexible. Se va a permitir que quien esté dispuesto a quedarse con esas instalaciones y equipos se los lleve fuera de Aragón, porque hasta ahora la condición para la supuesta venta –aunque hubiera sido por un euro– era que sequedaran en suelo aragonés. Pero, visto lo visto, la empresa pública de la Expo concluye que no se está para exigencias, que bastante hará con quitarse de encima el gasto que sigue soportando por mantener unas instalaciones fantasmas y unos autobuses que llevan más de seis años aparcados, sin uso. Autobuses «limpios», por cierto, que solo funcionaron en los tres meses de la Expo para llevar pasajeros selectos: desplazamientos VIP para autoridades y personal señalado que visitaban el recinto de la Exposición Internacional.
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