El Gobierno de Aragón abandona la sede que vendió por 7,5 millones de euros

Los servicios de Tributos del Gobierno aragonés han abandonado ya los locales que ha ocupado hasta ahora en el Paseo de la Independencia de Zaragoza, que han tenido que quedar desalojados tras haber sido vendidos a un empresario el pasado mes de junio por 7,5 millones de euros. Desde este lunes, los servicios de Tributos se encuentran en su nueva sede, un local propio del Gobierno aragonés situado a escasa distancia del anterior, en el número 13 de la calle Costa de la capital aragonesa.

El Ejecutivo autónomo, dentro de sus planes para obtener ingresos extra con los que contener el déficit, sacó a subasta los locales que venían ocupando los servicios de Tributos, en pleno centro de la ciudad y en una zona muy valorada comercialmente.

Este apetecible local, el más valioso de los subastados hasta la fecha por el Gobierno aragonés y con una superficie total de 2.200 metros cuadrados, se puso en venta con un precio de salida de 4,9 millones y acabó adquirido por el empresario Juan Fabre Marqués por 7,5 millones de euros. Fabre es dueño de firmas como K-tuin y el grupo Bancale y, durante la etapa del PSOE en el Ejecutivo autónomo, durante un tiempo fue miembro del consejo de administración de la empresa pública en Plaza Servicios Aeroportuarios, una de las sociedades creadas bajo la etapa del PSOE en el entramado de la Plataforma Logística de Zaragoza (Plaza). Ocupó este puesto durante dos años y cuatro meses, hasta abril de 2008.

Temporalmente también formó parte del consejo de administración del Real Zaragoza después de que el club fuera comprado por el constructor Agapito Iglesias. En 2009, Juan Fabre abandonó la cúpula del club.

Con el traslado de la Dirección General de Tributos a su nueva sede de la calle Costa se sustancia a todos los efectos la compra-venta de los locales del Paseo de la Independencia.

Según han destacado desde el Gobierno aragonés, a los 7,5 millones de euros que ha obtenido por la venta de ese inmueble hay que añadir el ahorro por gastos de mantenimiento, que en este inmueble alcanzaba los 180.000 euros anuales en conceptos de IBI, comunidad, electricidad, seguridad o limpieza.