opinión - la matraca
Incontinencia numérica
A unos y otros les pediría por favor un poco de cautela ante tanto derroche de cifras figuradas
A la hora de clausurar cualquier debate de índole económico, nuestros políticos suelen tirar de estadística . A ser posible recurren a guarismos redondos –sin aristas ni centenas, decenas o unidades– con los que reforzar los argumentos expuestos. Así, por arte de birlibirloque numérico, los extintos gobiernos populares de Eduardo Zaplana y Francisco Camps fraguaron en la conciencia colectiva el mito de que todo evento o infraestructura acometida generaba un espléndido retorno económico. Y así nos endilgaron la F-1 , la Copa América , un aeropuerto en Castellón o una ciudad sin luz ni cine en Aguamarga.
Denostada la época de los grandes fastos y con las listas del paro hasta los topes, la dialéctica numérica del mandato de Alberto Fabra al frente del Consell viró hacia las cifras que sustentan los datos de empleo. Y así, de esa guisa, intentaron vendernos las bondades del macrocentro de Ikea en Alicante , cuyo argumento principal es una cifra: 4.000. Este número redondo –sin centenas, decenas ni unidades– es el número de empleos calculado por la presidenta regional del Partido Popular , Isabel Bonig .
Por su parte, Gabriel Echávarri ha aprovechado el encuentro vecinal celebrado este pasado fin de semana en el barrio de El Pla para refutar el número apuntado por Bonig con otro número. Y como para rebatir una cifra es imperativo el uso de otra mayor –sin centenas, decenas ni unidades–, el alcalde socialista se sacó de la chistera un guarismo redondo y casi mágico: el 20.000. Porque ese es el cálculo de empleos destruidos, y no otro, asociado a la construcción del macrocentro junto a la tienda de Ikea.
Para llegar a cuadrar tal cifra, nada tan fácil como sumar todo el empleo directo e indirecto del comercio minorista de la ciudad de Alicante, redondearlo hasta llegar a los 20.000, y augurar una hecatombe, un nuevo diluvio universal que acabará con decenas de miles de puestos de trabajo si los suecos invierten en la capital de la provincia. A unos y otros les pediría por favor un poco de cautela ante tanta incontinencia numérica y derroche de cifras figuradas.