opinión

Ni triunfalistas ni derrotistas

El aumento de la confianza fomenta el consumo y el consumo impulsa a las empresas

javier fur

La confianza, cuya ausencia fue un acelerador de la crisis económica como consecuencia de las dudas generadas en el sector financiero, empieza a ser un catalizador interno capaz de poner en marcha de nuevo el motor de la economía.

Esa, al menos, es la sensación que empezamos a tener muchos empresarios cuando el crédito bancario parece fluir de nuevo para buenos proyectos empresariales, o cuando muchos agentes económicos (personas, familias, empresas, administraciones) vuelven a consumir e invertir no por incertidumbres sobre el valor futuro de sus activos, sino, muy al contrario, por la seguridad creciente de que las cosas empiezan a mejorar de forma sostenida.

Esa confianza de las empresas se traduce en nuevos planteamientos de estrategias de crecimiento con el consiguiente aumento de plantillas, como muestran los datos de mayo de paro registrado a nivel nacional (117.985 personas netas que han encontrado trabajo), y de manera especial en nuestra Comunidad (14.161 parados menos) y en Alicante, donde la cifra del desempleo se ha reducido en 6.709 personas .

Es cierto que aún no podemos hablar de estabilidad de plantillas porque también los empresarios tenemos que asegurarnos de la solidez de la recuperación, pero sin duda estamos en el buen camino, partiendo de una premisa básica para nosotros y que seguramente nunca hemos explicado bien: a ningún empresario le gusta despedir a empleados; cada despido lo consideramos casi como un fracaso personal y es siempre la última opción, cuando no encontramos otras alternativas para mantener la empresa.

El aumento de la confianza fomenta el consumo y el consumo impulsa a las empresas que son, como he reiterado en otras ocasiones en esta misma columna, las que crean realmente puestos de trabajo. Los datos de evolución del empleo a mayo confirman la mejoría en todos los sectores productivos –el turismo especialmente en nuestra zona, pero también la industria, la agricultura o la construcción- salvo en el sector público, lo que está bien si las medidas de ajuste son consecuencia de mejoras significativas de eficiencia en los procesos de la Administración ya que, en otro caso, pueden convertirse en palos en las ruedas del crecimiento.

Así que, sin triunfalismos pero también sin derrotismos, vamos avanzando.

Javier Fur es presidente del Círculo de Economía de Alicante

Ni triunfalistas ni derrotistas

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