EL FUTURO DE LA GENERALITAT

El programa de Compromís hace peligrar 4.000 empleos de Ikea en Alicante

Un nuevo impuesto a las superficies comerciales puede frenar a los inversores suecos

El programa de Compromís hace peligrar 4.000 empleos de Ikea en Alicante JUAN CARLOS SOLER

J. L. FERNANDEZ

La aplicación del programa electoral de Compromís en la política del próximo Consell – en caso de que fructifique la alianza de izquierdas – puede dejar en el aire algunos proyectos de expansión comercial de envergadura en la Comunidad Valenciana, como la implantación de Ikea en Alicante.

Dentro de su apartado para el «comercio», la formación nacionalista incluye como medida el «establecimiento de requisitos medioambientales y paisajísticos para la instalación de grandes superficies y moratoria en la instalación de nuevos centros en las áreas saturadas». En la práctica, con estas premisas difícilmente va a encajar el proyecto de la UTE Alicante Avanza, promotora del centro comercial en el que está previsto instalar a Ikea, dado que en la ciudad de Alicante ya hay otros cinco complejos de estas características., con lo que se puede decretar la «saturación».

Ylas exigencias medioambientales sin definir dan pie a decidir también con criterios subjetivos que las Lagunas de Rabassa son incompatible con Ikea, aunque en el proyecto presentado se contemple su mejora como un gran parque.

En números, aunque todavía son teóricos, Ikea y su centro anexo se presentaron en su momento ante la Generalitat como una inversión de 700 millones de euros que generarían unos 4.000 empleos entre directos e indirectos. Además, aportaría a las arcas públicas ocho millones de euros en impuestos y tasas.

Así lo expuso hace ahora justo un año la consellera de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, Isabel Bonig, en el momento en que el Consell aprobó su tramitación como Actuación Territorial Estratégica (ATE), una fórmula para agilizar el proceso administrativo.

Tributo

La otra medida llamativa por su posible repercusión en el sector es la creación de un «impuesto al impacto territorial de las grandes superficies, la recaudación del cual vaya destinada a políticas de apoyo al comercio de proximidad y a la innovación», según refleja su programa de gobierno para la próxima legislatura que arrancará a mediados de junio.

Este nuevo tributo teóricamente concebido para buscar el equilibrio comercial, al no aplicarse en otros terrtiorios vecinos puede convertirse en un factor negativo disausor de nuevos inversores en la Comunidad Valenciana. En igualdad de condiciones o demanda potencial de consumo, las grandes firmas del ramo optarán en muchos casos por abrir sus nuevos hipermercados en zonas con menos presión fiscal.

El programa de Compromís hace peligrar 4.000 empleos de Ikea en Alicante

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