¿Quién apoya a Fernando Llopis?

Si ya de por sí UPyD es un grupo político en coma inducido, ciertas decisiones pueden acelerar aun más si cabe la total insignificancia y ostracismo de la formación magenta en la ciudad de Alicante. Comento esto al hilo de la declaración de intenciones formulada por su único representante en el Ayuntamiento, Fernando Llopis. Cuando tan solo resta un mes para las elecciones municipales, el concejal del partido de Rosa Díez ha decidido cesar a uno de sus dos asesores con la intención de «buscar un perfil más profesional, con una politóloga y una periodista, para afrontar el final del mandato».

Hablando en román paladino, en el cual el pueblo suele hablar a su vecino, lo que pretende hacer el señor Llopis es que todos los alicantinos le paguemos la campaña que arranca dentro de un par de semanas; de ahí que no fiche a una, sino a dos personas con sueldo a repartir. ¿Qué labor propiamente municipal, que para eso se les contrata, pueden desarrollar dos personas a un mes de la celebración de los comicios? ¿Van a preparar intervenciones del señor Llopis para algún Pleno? Ya les contesto yo: no.

Lógicamente, ni la politóloga de marras, ni la compañera plumilla tienen la culpa de nada. Aquí el único caradura es el señor Llopis, que pretende sufragar su campaña particular con el dinero de todos los alicantinos. No sé si será ilegal lo que quiere hacer el candidato de UPyD, aunque, desde luego, rastrero e inmoral sí que es. Más zafias resultan todavía ciertas justificaciones aducidas por Llopis para esta súbita pérdida de confianza, ya que, el insigne representante público del partido sin mancha ha ido deslizando a quien le quería oír que la persona cesante era amiga de Castedo. ¿Acaso conocer a la exalcaldesa es motivo de inhabilitación para cargo público? Más allá de jugar con el pan de una persona, vaya argumento falaz y vomitivo el que maneja el señor Llopis.

Les decía al comienzo de esta columna que ciertas decisiones pueden acelerar aun más si cabe la desintegración absoluta de UPyD. Con sus decisiones, el todavía edil Llopis ya lo ha logrado. Al margen de esta última con la que pretende sufragar la campaña, la confección arbitraria de las listas de la candidatura municipal ha hecho saltar por los aires al partido en Alicante. Hasta un total de 12 candidatos, de los 29 que componían la lista validada por la dirección nacional de UPyD, se borraron de la misma al comprobar que una persona afín a Llopis había escalado unos cuantos puestos. Por si esto fuera poco, seis de los diez miembros del consejo local también renunciaron. Fíjense cómo será la cosa que ante la desbandada de candidatos y con la apremiante misión de cerrar las listas, me cuentan fuentes solventes que el sagaz Llopis llegó a telefonear a concejales del PP que no repiten para ofrecerles un puesto en su candidatura. Sin partido, sin apoyos, sin personas, pero con más cara que espalda, éste es el candidato Llopis.