Navarro envía con dinero público una carta partidista a los vecinos

El alcalde de Benidorm, Agustín Navarro, envío hace unos días una carta a sus vecinos aprovechando los fondos municipales para glosar su gestión durante toda la legislatura, en un tono claramente partidista y electoralista. La excusa fue informar de unas obras, si bien este proyecto solo se menciona de pasada.

«Estimado vecino: desde que en las pasadas elecciones locales de 2011, el pueblo de Benidorm nos eligiera para dirigir los designios de la ciudad, uno de nuestros principales objetivos ha sido el mejorar la calidad de vida de la ciudadanía», empieza la misiva. Tras recordar la deuda «a bancos y proveedores» heredada (a pesar de que entraron a gobernar en 2009), Navarro se dedica a sí mismo y a su equipo de gobierno elogios como «aplicación rigurosa» o también «óptima gestión económica». Y para que no queden dudas de a quién deben agradecer los electores este buen hacer, en la carta se menciona expresamente al grupo municipal socialista: «Hoy podemos afirmar que nos encontramos en condiciones de realizar aquello a lo que nos comprometimos», promete.

Dispara el gasto postal

Finalmente, solo después de tres párrafos de autobombo se informa realmente del supuesto objeto de la carta, las obras en la avenida de Calp por un importe de 300.000 euros, que deben iniciarse «a la mayor brevedad». Desde el grupo municipal del PP, su portavoz adjunta, Lourdes Caselles, denunció ayer que los socialistas «usan fondos del Ayuntamiento de Benidorm para hacer su campaña electoral» y han disparado el gasto en envíos postales un 33% al mes, con lo que casi se ha duplicado la factura mensual con Correos -al pasar de 3.000 euros en enero a 4.000 en febrero y 5.000 en marzo-.

Además, señaló que la fecha de la citada misiva -el 25 de febrero- no se corresponde con la real, precisamente para eludir los plazos legales de no hacer propaganda desde que se convocan los comicios. Hasta el 31 de marzo no se aprobaron los presupuestos municipales de forma definitiva, por lo que el alcalde no podía haber ordenado el 25 de febrero -cuando supuestamente redactó la carta a los vecinos- la licitación de este proyecto, según el portavoz municipal del PP, Toni Pérez.