opinión
Valor y coraje
«Hacía falta y aquí está Don Miguel, que lo traía de casa. De nacimiento. Felicidades, suerte y a por una gestión de categoría»
Además de la conocida marca de chocolates costa blanqueña. Además de presuponerse; en muchos casos, situaciones y oficios; hay quien piensa que ésta era una cualidad necesaria para afrontar y tomar las riendas de un ayuntamiento como el de Alicante. Y, además, la de no aparecer en ninguna posición de la lista del Top Ten de los imputados. Por cierto, tengo un amigo que está ansioso por escuchar el cante que, según dice, dará alguna que otra persona.
Además de coraje; cualidad humana que conjuga hoy en día casi todo mortal, en una declinación que no le gusta a más de un político al ver cómo le ha sentado al pueblo la gestión hecha en materia económico-social; el que demuestra la clase media de este país; a la que preparan un lugar preminente en los museos de historia, cuando se certifique su paso a otra dimensión en la que se encuentre más a gusto y con muchos menos imputados; también cabía esperar ilusión por el cargo y sobre todo, lo esbozado el principio.
Esto es mucho más que una característica y un apellido, ahora coyunturalmente conjugados por el ya nuevo alcalde de la terreta. Pero que todo esto no reste mérito a quien; con la que está cayendo; da el paso a delante, con el corre turno altruista o sugerido, de sus compañeros.
El acto de nombramiento, el pasado jueves, transcurrió como estaba previsto. Sin sobresaltos. Estaban los de siempre. Todos. Hasta los del tufo replicante, para muchos fuera de lugar y con el olor caducado pero, que también tienen cabida en toda democracia que se precie de serlo.
Por ir acabando. Seguro que ahora saldrá alguno que otro apostillando que muy mal lo tiene que hacer el nuevo excelentísimo de Alicante para no superar lo realizado hasta la fecha.
Me da igual. Y me redigo en lo escrito. Hacía falta valor. Y aquí está Don Miguel. Que lo traía de casa. De nacimiento. Felicidades, suerte y a por una gestión, de categoría.