SUCESOS
Ocho personas detenidas por 35 robos en vehículos y casas de campo de Calpe
Las detenciones están dentro de la operación «Llora» y se ha podido saber que los cabecillas del grupo criminal eran un padre y un hijo residentes en Oliva
La Guardia Civil ha detenido, dentro de la operación «Llora» desarrollada a finales de octubre, a ocho personas a quienes se atribuyen hasta 35 robos en vehículos y casas de campo de Calpe. Los agentes les imputan, en distintos grados de participación, los delitos de robo con fuerza, hurto, receptación y contra la salud pública.
Los hechos comenzaron el pasado mes de julio, cuando agentes tuvieron conocimiento de la comisión de varios robos en el interior de vehículos de agricultores, mientras estaban aparcados en las proximidades de sus fincas de cultivo en zonas aisladas y sus propietarios se encontraban realizando labores propias del campo. También se detectó un crecimiento de los hurtos y robos en viviendas de campo, aún con sus propietarios en el interior.
A raíz de esto se inició una investigación, por parte del equipo ROCA de Calpe, con el fin de esclarecer los hechos. Tras esto se desveló la existencia de un grupo que presuntamente se dedicaba a recorrer las zonas aisladas de poblaciones de la Marina Alta y Baja, observando posibles objetivos.
Las investigaciones pusieron de manifiesto que los presuntos cabecillas del grupo criminal eran un padre y su hijo, residentes en la localidad valenciana de Oliva.
Los presuntos autores se desplazaban, principalmente en motocicleta, solos o acompañados por otros componentes del grupo, y una vez divisado uno de los objetivos esperaban el momento propicio para aprovechar el despiste de sus víctimas y sustraer objetos del interior de viviendas o vehículos.
Hasta el momento se han contabilizado un total de 35 robos en el campo y se han recuperado diversos efectos sustraídos.
Robo de estupefacientes
Los agentes han comprobado que otra de sus fuentes de ingresos era el presunto robo en plantaciones de marihuana.
Según la Guardia Civil, esos robos les aportaban grandes beneficios y «les dotaba de total impunidad, dado que los propietarios de las planta, ante la ilegalidad del cultivo, no se atreverían a interponer denuncia por el robo».
Asimismo, durante el registro del domicilio familiar se encontró material para la preparación de un cultivo de marihuana y un gran número de dosis de diversos medicamentos anabolizantes. Los efectos robados eran vendidos bien a personas próximas a su entorno o en establecimientos de compraventa de joyas.
Por todo ello, se ha detenido a siete varones y una mujer con edades comprendidas entre los 18 y los 49 años, como presuntos autores. En los registros, los agentes se han incautado de 496 gramos de marihuana, unas 600 dosis de medicamentos anabolizantes y munición para pistola. Los detenidos han pasado a disposición judicial.