Castedo insiste en su inocencia mientras Fabra le da «más tiempo»

La particular partida de ajedrez que mantiene Sonia Castedo, alcaldesa de Alicante, con la cúpula del gobierno de la Comunidad desde que se conociera su segunda imputación generó ayer significativos movimientos. Precisamente de dos de sus piezas más importantes y con alto valor estratégico. Cuando se interpretaba la ausencia de Alberto Fabra en el acto de inauguración de la Volvo Ocean Race como una muestra de alejamiento con la primera edil, el jefe del Consell hizo unas declaraciones que arrojan más dudas sobre cuál será la decisión final acerca de Castedo. Lo hizo en la sesión de Les Corts, donde apeló al «respeto de las mayorías» y a la «decisión de los ciudadanos» cuando fue preguntado por la actitud de la máxima edil en el último pleno de la capital de la Costa Blanca. Si bien reconoció que se trata de «un tema muy serio» y que hay que tomar estas cuestiones «con rigor y también con decisión», Fabra también apostó por dar «tiempo al tiempo», en lo que se puede interpretar como la apertura de una sala de espera para que sea la Justicia quien decida el papel que la alcaldesa jugará durante las próximas elecciones.

Casi en el mismo momento, pero a 170 kilómetros de distancia, Sonia Castedo manifestaba su convicción de que tiene el apoyo del jefe del Consell. Durante el acto del día de la Policía Nacional celebrado en el castillo de Santa Bárbara, aseguró que se siente «absolutamente respaldada y en todo momento» por el presidente de la Generalitat y del PPCV. Además, insistió en su desvinculación total con un presunto amaño del plan urbanístico donde está proyectada la llegada de Ikea: «Si yo no fuera inocente, ¿usted se cree que yo estaría aguantando lo que estoy aguantando?», aseveró.

Precisamente sobre la tramitación de la Actuación Territorial Estratégica (ATE) para la implantación de la multinacional en Alicante, Fabra ha solicitado un informe a la Abogacía de la Generalitat «para tener la seguridad de que se está haciendo bien».

Así lo reconoció el propio presidente cuando en la sesión de control fue inquirido por Enric Morera, síndic de Compromís, sobre si tiene intención de paralizar la tramitación hasta que se aclaren las «sospechas» sobre la misma. Además, Fabra criticó que Morera y su partido confundan la ATE con el Plan Rabasa: «Son procedimientos distintos y nada tienen que ver», aclaró en su alocución.

Al conocer la petición del informe, Castedo expresó su total acuerdo, calificándolo de positivo. «Que lo estudien porque cuantos más informes de legalidad haya, mucho mejor», dijo. La alcaldesa dejó entrever su seguridad en que el resultado no hará más que avalar la llegada de la empresa de origen sueco a la capital alicantian, a la vez que volvió a recalcar la importancia que tendría para la economía local y todo su entorno urbano. Lo hizo advirtiendo de que la localidad vecina de Elche ya se ha ofrecido como alternativa a albergar el centro comercial, para después avisar de que si eso es finalmente así muchos terminarían «llevándose las manos a la cabeza».