LLUVIA ÁCIDA

Tómbola

¿Miedo como para que ya nunca más gobierne nadie sino el PP?

David Gistau

En una foto de la Conferencia, aparece la alegre vanguardia de discípulos «décontractés» que Rajoy ha aventado con el mandato gramsciano de penetrar el tejido social con la misma alegría que los relaciones públicas de las discotecas que se comprometen a que el segundo chupito salga gratis: «¡Y está lleno de tías!». Sobre ellos, como un disco solar mortecino o la insignia alada de una unidad aerotransportable, aparece el ya famoso logo que Moragas plagió del Partido Demócrata para que Maíllo pudiera decir que costó «cero». La imagen se presta a interpretaciones. Este periódico ve en ella la ingravidez gloriosa de un partido que despega, como si hubiera tomado altura el OVNI de la secta ocupado por los elegidos para salvarse cuando toda Europa, por influencia de Grecia, sea como una distopía de Cormac McCarthy en la que habremos de volvernos caníbales reservando la última bala del tambor para el suicidio.

Mi formación en la cultura popular me hace ver otra cosa: sobre fondo oscuro, el logo parece el haz de luz proyectado al cielo con la silueta del murciélago cuando, en ocasiones de gran peligro, la humanidad implora el auxilio de Batman. No digo que después de eso, para consagrar su discurso admonitorio del miedo al Frente Popular, que es el único en el que el presidente se ha quedado pasmado como el conejo cuando le echan las luces del coche, Rajoy tuviera que saltar al escenario vestido de superhéroe, porque eso ya lo hacía Ada Colau y tampoco van a copiarlo todo. Pero la cosa va por ahí: mientras Rajoy ha creado una coartada o maniobra de distracción de sonrientes para que lo dejen en paz con la tabarra de la regeneración –¿queríais Riveritas?, pues hala, disfrutadlos–, él permanece, inmutable y estéril como el sílex, en su cerrazón. A la que ha agregado tan sólo una consigna apocalíptica, como de iluminado que pasea por Sunset Boulevard conminando a la gente a arrepentirse: todavía estáis a tiempo de votarme. Hacedlo o pereceréis todos degollados por la turba miliciana. ¿De verdad cree alguien que una coalición de gobierno PSOE/Ciudadanos, es un suponer, fletaría camiones a Paracuellos, derrocaría la monarquía y en general el régimen del 78 y dejaría los supermercados desabastecidos? ¿Miedo a qué? ¿Miedo como para que ya nunca más gobierne nadie sino el PP? ¿Miedo como para discurrir hacia un Partido Único con su haz de luz providencial proyectado en nuestra noche?

Luego están los excesos cometidos en las «brain-storming» de los comunicadores a lo «House Of Cards» de bazar. ¡El contador de parados! Por Dios, Moragas. Sabíamos por Stalin que los dramas personales dejan de serlo en una estadística. Pero de ahí a convertir la estadística en divertimento de tómbola... Como si cada cien mil sonara una sirena y salieran «majorettes» entre confetis. Creo que el PP se la tenía jurada a las televisiones que, al comienzo de la legislatura, emitieron con la prima de riesgo fijada en la esquina de la pantalla como una cuenta atrás hacia el desastre.

Tómbola

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