HORIZONTE

Gritar es muy fácil

Dicen que la culpa es de Europa. Pero eso significa que la culpa es nuestra. Usted y yo somos Europa. Y la primera culpa no es ni suya ni mía

Ramón Pérez-Maura

Los cientos, miles de muertos en el Mediterráneo estos días provocan gritos de indignación exigiendo que los gobiernos de Europa resuelvan la tragedia. Bien está suplicar acciones, pero todavía no he oído a nadie que ofrezca alguna forma efectiva, real, de impedir esta sangría humana. Gritar es muy fácil. Proponer alternativas es mucho más difícil.

El hambre y las condiciones de vida muy duras siempre han existido en el mundo. Es evidente que en los siglos XVI y XVII en España se vivía infinitamente mejor que en lo que hoy es Malí o Bangladesh. Exactamente igual que ahora. Pero hay dos diferencias fundamentales. En aquella época no había medios de comunicación que mostraran en los países mencionados y en otros como ellos cuáles eran las condicones de vida en la metrópoli del imperio español. Y ojos que no ven, corazón que no siente. No sabiendo, no se iba a buscar lo que se desconocía. Aún así, podía haber unos pocos emigrantes informados que conocieran la posibilidad de establecerse en una tierra más rica. En todo caso era una ínfima cantidad comparada con la actualidad. Y entonces, las naves de la Armada Española, si veían cualquier tipo de embarcación repleta de extranjeros (infieles) con intención de desembarcar en nuestras costas... la hundían. Hoy, las naves de nuestra armada los rescatan. Mejor así.

Pero ¿es la solución al problema garantizar que todos los que empiecen ese viaje suicida serán rescatados? ¿Cómo se impide que salgan de un estado fallido como Libia, cuya costa está en manos de tres administraciones distintas, una de ellas parte del Terrorismo Islámico? ¿No habría que empezar por presionar a los países del África Negra y de la umma islámica para que creen unas condiciones de dignidad gracias a la cual esas personas no quieran jugarse la vida?

Es muy fácil gritar que la culpa es de Europa. Pero recuerde que decir eso significa que la culpa es nuestra. Usted y yo somos Europa. Y la primera culpa no es ni suya ni mía. La primera culpa es de aquellos países miserables de los que huyen a miles estas personas buscando unas nuevas condiciones de vida. Países en los que los Derechos Humanos sólo existen en un papel. Países en los que se tiene un voto en las Naciones Unidas exactamente igual que España. Tan igual que alguno incluso se sienta, como España, en el Consejo de Seguridad. Pero es más fácil gritar que razonar.

Yo no tengo la solución. Pero quizá haya que empezar por garantizar la existencia de un único Gobierno en Libia. Y después promover un mayor intervencionismo de Occidente en los países de los que huye su población como manadas de ñus. Mas cuando se propone seriamente hacer eso, surgen las conciencias impolutas que niegan el derecho de intervención occidental en la política de otros países.

Hasta que se hunda otro barco.

Gritar es muy fácil

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