HORIZONTE
Una propuesta de programa para Rajoy
Apuesto a que ni Rajoy, ni Lara Sánchez, ni Díez, ni Rivera saben quiénes son más de la mitad de los 129 candidatos de sus partidos a la Asamblea de Madrid
Estimado presidente: este ciudadano de a pie ha leído con pasmo las crónicas publicadas en ABC por Itziar Reyero. Primero la del pasado domingo en la que nos informa de que en lugar de recortar gastos, la Asamblea de Madrid va a incrementar las subvenciones a los partidos políticos con representación parlamentaria en función de los escaños que obtengan el próximo 24 de mayo. Y no contentos con eso, hoy nos informa de que los nuevos diputados recibirán iPads valorados en 2.204 euros cada uno. Algo que me pasma dado que yo tengo uno maravilloso, que empleo durante todo el día siete jornadas a la semana y sólo me costó poco más de 600 euros.
Este derroche en la Asamblea de Madrid, en la que el PP cuenta con una apabullante mayoría de 72 escaños sobre 129, me lleva a hacerle una sencillísima sugerencia que quizá tuviera cierta fortuna si se convirtiese en una bandera electoral de su partido. En la última legislatura el PP ha reducido el número de escaños autonómicos en otros parlamentos regionales en los que tiene mayoría absoluta, como los de Castilla-La Mancha o Cantabria. En cambio, en Madrid siguen siendo 129. Esperanza Aguirre, a quien tanto preocupa el coste del edificio del Ayuntamiento en la Cibeles, aprobó en 2011 subir de 120 a 129 la representación popular en la Asamblea Regional aduciendo que la población se había incrementado en 450.501 habitantes.
La Comunidad de Madrid tiene una sola provincia con 6.414.709 habitantes representados por 129 diputados. La Comunidad de Andalucía tiene ocho provincias que suman 109 diputados autónómicos para representar a 8.402.305 habitantes. Es decir, si en Andalucía sobran diputados autonómicos, porque hay uno por cada 77.085 habitantes, en Madrid la cosa se remonta hasta tener un diputado por cada 49.726 madrileños. Yo me atrevo a apostar a que ni Rajoy, ni Sánchez, ni Lara, ni Díez, ni Rivera, ni Iglesias saben quiénes son más de la mitad de los integrantes de la lista de 129 candidatos de sus partidos a la Asamblea de Madrid. Ni saben quiénes son, ni les han dado la mano en su vida. Y dudo que, cuando se completen la listas, ni siquiera Cristina Cifuentes o Ángel Gabilondo puedan superar ese parámetro. Y este votante, para qué les cuento.
Una forma de aplacar a los populismos antisistema sería reducir la representatividad de un diputado por cada 50.000 madrileños a uno por cada 150.000. Con algo más de 40 diputados, los madrileños estaríamos servidos. Y, si como ha hecho Cospedal en Toledo, les dejan sin sueldo, se ahorrarán el problema de tener que colocar a tanta gente en las listas. Preferirán buscar empleo en otro lugar. Por favor, presidente. Por el bien de todos. Emplee la mayoría absoluta de su partido para este tipo de medidas.