VIDAS EJEMPLARES

El «cenizismo»

Su último hallazgo es pregonar que el AVE no sirve para nada

Luis Ventoso

El «cenizismo» es una corriente de pensamiento de honda entraña española. Etimológicamente viene de cenizo y consiste en considerar que todo lo que se hace en España es malo, equivocado o cuando menos, mejorable. Si a un gurú cenizista –es decir, cenizo– le recuerdas que España es el primer destino vacacional del mundo y que recibió el año pasado a 64 millones de turistas extranjeros, te responderá que eso es porque ofrecemos sol, sangría y botellón, y casi te convencerá de que tenemos un problema cuando tanto guiri opta por venirse aquí de parranda. Si te ufanas de que España ha ganado un Mundial y tres Eurocopas, los cenizistas te dirán que el tiki-taka es un truño, que a ver si a Del Bosque lo desposeen del marquesado de una vez y que Casillas padece cataratas desde la adolescencia. Si enuncias que España ha pasado en tres años de la recesión a un crecimiento del 3%, que el valor del Ibex casi se ha doblado y que la prima de riesgo ha caído de quinientos a cien, te replicarán que todo el mérito es de la coyuntura exterior, que seguimos siendo unos paquetes y unos mangantes y que arrastramos un problema de modelo, que hace que toda esperanza deba ser olvidada... a menos que el gurú cenizista se haga cargo de la grey de mastuerzos al modo del antiguo despotismo ilustrado (huelga decir que un gurú fetén debe haberse dado una vuelta por la London School of Economics y sentir sensaciones cuasi orgásmicas ante la posibilidad de escribir en sus biblias –The Economist y F. Times– algún artículo poniendo verde a España).

El ultimo hallazgo del cenizismo es que el AVE ha sido un bobería, un quita cuartos que no sirve para nada. Mejor nos habría ido, dicen, si en vez de dotar al país de una de las mejores redes ferroviarias del mundo hubiésemos metido el dinero en I+D, palabra talismán, tipo «emprendimiento», que hasta Zapatero espolvoreaba con soltura. Es un asunto de coste de oportunidad: con el dinero del AVE pudimos haber hecho otras cosas. Así es... Y el arzobispo Gelmírez en vez de ponerse con la catedral de Santiago pudo haber dedicado los cuartos a otros menesteres. ¿Y para qué queremos autovías por Castilla adelante, si aquello está medio despoblado? Y no hablemos ya de embalses, manías de Franco, o de los buques de guerra de la armada y los cazas de la fuerza aérea, con toda esa pasta habría I+D por un tubo. ¿El Museo del Prado? A subastar cuadros e I+D a paladas.

En lugar de celebrar una infraestructura que vertebra el país, facilita los negocios y hace más felices a las personas, Ciudadanos la desprecia. Andalucía marcha rezagada, ¿cual no sería su postración si en 1992 no se la hubiese ayudado con el cordón umbilical del AVE Sevilla-Madrid? ¿No tendrá algo que ver el esfuerzo del AVE con el hecho de que nuestras firmas de ingeniería sean referentes en todo el mundo, con los contratos que ello acarrea? En un país amenazado por fuerzas desgarradoras, ¿no tiene ningún valor extra que Madrid y Barcelona estén unidas a solo dos horas y media de tren? ¿Cómo se valora toda la satisfacción que ha dado a los españoles un servicio tan excepcional como el AVE?

El «cenizismo»

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