VIDAS EJEMPLARES

Test de bondad

Cómo hacer más rápidos y sencillos los nuevos exámenes anticorrupción

Luis Ventoso

En un rapto creativo, la presidenta del PP de Madrid se ha lanzado a atajar la corrupción con unos exámenes de bondad. Si alguien quiere aspirar a un cargo, antes debe pasar una reválida ante un comité ético, que detecta con una sencilla entrevista si estamos en manos de un político probo o de un futurible discípulo de Rinconete y Cortadillo. Desde esta humilde atalaya, en aras a mejorar esta extraordinaria iniciativa, proponemos que el examen sea tipo test. Marque con una aspa la respuesta correcta:

—Monago ha ofrecido dos versiones totalmente contradictorias de sus viajes senatoriales a Canarias. ¿Aceptable o inaceptable?

—A) Monago ha dicho primero una cosa y luego su contraria. Luego ha mentido a los ciudadanos y en una democracia madura quedaría moralmente inhabilitado. B) Decir una cosa y su contraria no es mentir, es cambiar de opinión según conviene. C) Lo sucedido es impresentable, pero pelillos a la mar, que es de los nuestros…

—Intente aclarar este enigma: Griñán dimitió como presidente de la Junta cuando le quedaban tres años, pero es absolutamente inocente en el caso de los ERE, según el gran Sánchez. Entonces, ¿por qué se tuvo que ir?

—A) Se apoderó de él un deseo irrefrenable de dedicar más tiempo a montar castillos de Lego con sus nietecillos. B) Se percató de que tenía ahí a Susana, la nueva Roosevelt, y ante tanto talento emergente le dejó el poder por el bien de Andalucía, que ahora va viento en popa, con paro bajando en moto. C) La escandalera de los ERE lo pringaba de tal manera que no pudo atornillarse al sillón ni un minuto más.

—La inventora de estos exámenes anticorrupción era la presidenta de Madrid cuando la Gürtel, las aventuras de Granados y los descontroles de Caja Madrid, pero no se enteraba...

—A) ¡Pero cómo iba a enterarse la pobrecilla con lo majetones que eran Correa, Paco y Miguel! B) Si te meten todos los goles no puedes pretender seguir jugando de portero. C) Eso es agua pasada. Ahora, gracias a los nuevos exámenes de honestidad, todos ediles serán más puros que Santa Clara de Asís y San Justino.

—Si Jordi Pujol es culpable, ¿puede Artur Mas ser inocente?

—A) Por supuesto que sí. Aunque el bueno de Artur era el secretario general del partido de Jordi, su consejero estrella, su sucesor y su discípulo predilecto, el honorable solo hablaba con él sobre la receta para preparar unos buenos «panadons de Cuaresma», empanadilla de espinacas y pasas muy típica del Valle de Arán. B) Mas era cómplice de todo. Pero como dice el gran Sánchez, «no es el momento de la justicia». C) En un país normal, Artur habría dimitido en cuanto se conoció la cuenta de Pujol, la red de sus hijos y la golfada de las ITV.

—¿Debe la Pantoja ir a la trena?

—A) Solo si la dejan entrar en directo desde la celda en el programa de Jorge Javier. B) Ya debería de estar en ella, por graves delitos fiscales probados en sentencia firme. C) Sí, pero a lo Matas: que la dejen salir de permiso desde el primer fin de semana a cambio de un taller canto con las reclusas.

—¿Es posible que un militante de Podemos incurra en corrupción en cuanto toquen algo de poder?

—A) Jamás trincarán, porque lo dice la Sexta. B) Son serafines, ajenos a las debilidades humanas, porque lo dice la Cuatro. C) No ha existido jamás asociación política ni empresa humana ajena por completo a la corrupción, y esta no será la excepción. De entrada, ya han creado un partido estándar de caudillaje indiscutible, culto al líder y soporte televisivo. Casta en vena.

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