El primer edil portuense (dcha), a las puertas de la Audiencia mientras esperaba su comparecencia. :: C.O.
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Moresco: «Mi mujer y yo nos agarramos al Acobiomol como a un clavo ardiendo»

El alcalde de El Puerto, cuya esposa murió de cáncer, reconoció en el juicio que ésta probó el producto como última alternativa

EREZ. Actualizado: Guardar
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«Engaño», «última esperanza», «desesperación»... Muchas fueron las palabras y expresiones que se repitieron ayer en boca de la quincena de testigos que aportaron su testimonio en la segunda sesión del juicio por el 'caso Acobiomol', celebrada en la Audiencia provincial de Jerez. Una de las declaraciones más esperadas y que causaron mayor revuelo fue la del alcalde de El Puerto, Enrique Moresco, cuya esposa, que falleció en 2007 a consecuencia de un cáncer de páncreas, probó durante unos meses el controvertido producto.

El primer edil relató cómo ambos conocieron a los cabecillas de la trama, Luis Andrades y Juan Manuel Acosta, a través del arquitecto municipal, Humberto Jiménez, cuya mujer también estuvo sometida al tratamiento y ello fue precisamente lo que le aportó la credibilidad necesaria.

«En la situación en la que estábamos y al ser yo un cargo público me venía mucha gente ofreciéndome curaciones de todo tipo -relató Moresco-. Pero esto tenía más visos de seriedad, porque además me enseñaron documentación e incluso una entrevista en la que se hablaba maravillas del producto, lo que nos creó ciertas expectativas». En la primera entrevista mantenida con ambos, el alcalde terminó de convencerse ante la supuesta preparación de sus interlocutores, que se presentaron como biólogos moleculares y que le ofrecieron todo tipo de garantías de curación para su esposa. «Yo tenía que intentarlo todo con mi mujer. Ella y yo nos agarramos a esto como a un clavo ardiendo, porque cuando te encuentras en una situación dramática...».

María Morato, como así se llamaba la paciente, estuvo ingiriendo el presunto fármaco durante unos meses en los que, como su marido confesó, experimentó una leve mejoría traducida en un aumento de peso y una mayor vitalidad. No obstante, a preguntas de la acusación particular, ejercida por Enrique Montiel, Moresco no pudo precisar si estos síntomas respondían al conocido como efecto placebo, algo que quedó en el aire.

Lo que sí reconoció el alcalde portuense fue que su médico de confianza y amigo personal, Rafael Sevilla, tras entrevistarse con Andrades y Acosta a petición suya «no lo vio claro» y se desmarcó del asunto, algo que el propio doctor corroboró ayer en el juicio asegurando que advirtió a la pareja que «eran unos timadores». Aún así, María optó por tomarse el producto pero dejó de hacerlo cuando saltó la polémica y la noticia de una posible estafa invadió los medios de comunicación. Otra de las cosas que reconoció el regidor fue el desembolso de un millón y medio de las antiguas pesetas a estas personas por el tratamiento, aunque optó por no solicitar su devolución cuando ella murió a pesar de que en el contrato había un apartado en el que se aludía a ello.

Testimonios desgarradores

Otros testimonios, sin embargo, no fueron tan condescendientes con los acusados, en especial aquellas personas que forman parte del procedimiento como querellantes, pues cabe recordar que muchos de los afectados como Moresco prefirieron no llevar el tema a los juzgados. Éste fue el caso de Jesús Prera, quien destapó la trama al denunciar lo ocurrido a su mujer como consecuencia de la ingesta.

«A ella le dijeron que el cáncer en tres meses estaba curado. En aquel momento cualquier expectativa parecía alentadora, porque no había otra. Pero cuando empezó a tomarlo sufrió náuseas y desvanecimientos, empeoró y los médicos le diagnosticaron un fallo hepático por haberlo ingerido». Entonces Prera quiso que les reembolsaran los 4.500 euros que les habían pagado, pero no lo consiguió.

«Me he sentido engañado en todos los aspectos», subrayó, como también declararon muchos de los que comparecieron ayer y a los que se les pidieron cantidades que llegaron a los 15.000 euros para curar enfermedades diversas como cáncer, dermatitis atópica o distrofia muscular.