El señor don José María Ruiz- Mateos, empresario ejemplar que tanto dio por esta ciudad de Jerez y que tanta riqueza produjo, en el año 1982 y, por revanchismo, fue desplumado por unos políticos y banqueros, que tenían mucha envidia del próspero negocio que don José María Ruiz- Mateos consiguió en esta ciudad.

Recuerdo que era el mejor pagador de todas las empresas de Jerez y sus empleados eran los mejores, gracias al trabajo que llevaban a acabo y a sus sueldos.

Yo que trabajé con ellos y nunca tuve problemas con nadie del grupo, jamás tuve ningún contratiempo para cobrar. Las bodegas del grupo Rumasa eran las más bonitas, mejor cuidadas y daban trabajo a todo Jerez: albañiles, pintores, a las numerosas imprentas, la fábrica de corcho... pero llegó el cenizo y los políticos de aquella época conjuntamente realizaron el expolio más grande jamás contado. El señor Ruiz-Mateos estorbaba a mucha gente, y no quiero dar nombres...

Desde el año 1982, Jerez cayó en el declive mayor de su historia. El paro comenzó a subir como nunca se había visto en esta ciudad. No obstante, los politicuchos de estos años se frotaron las manos y los bolsillos. Además de ello, muchas barrigas agradecidas también se beneficiaron de lo ocurrido.

Pero lo más indignante fue que Jerez, una ciudad muy apática, no tuvo coraje para salir a la calle y luchar por estos puestos de trabajo perdidos. Así que los que más perdimos fuimos el conjunto de los jerezanos quienes desde esa época no levantamos cabeza.

Conciudadanos, reflexionemos: en estos momentos estamos pasando por la peor situación de toda la historia de Jerez por mucho que los políticos de turno nos quieran vender la burra y, lo que es peor, la «amoto».

Manuel Cristóbal Valle. Jerez