La situación que en la actualidad están viviendo determinadas casa de acogida o Residencias Hogar para enfermos debería crisparnos a todos de forma notoria. Las administraciones públicas en lugar de facilitar la labor de las asociaciones existentes en la ciudad y que ayudan a los demás a poder tener una calidad de vida digna, dentro de determinadas limitaciones físicas o psicológicas, hacen todo lo contrario: dificultan extremadamente la tarea.
Uno de estos casos es el de Siloé. Su Hogar, indispensable para muchas personas, ha vivido momentos delicados debido a que la Junta de Andalucía no ha sabido ni sabe que hacer con ella. A pesar de que está llevando a cabo una labor absolutamente incuestionable, el papeleo y la falta de buena vez de la administración andaluza ha puesta en alerta a muchos, ¿por qué un recorte de camas?, ¿para ahorra dinero? La Junta dice que no, que ha sido por un incumplimiento en el convenio firmado, cosa que es cierta, pero ahora se vuelven estrictos... Es de juzgado de guardia.
Y ahora lo que está ocurriendo con la casa hogar de Upace. Después de cinco meses desde que los políticos de turno optarán por inaugurar el centro entre aplausos y fotografías para acaparar las portadas de los diarios de esta ciudad, sigue cerrada. Qué vergüenza. Se les debería caer la cara a más de uno de los que estaban allí. Y encima es por problemas burocráticos. De nuevo el papeleo de la Junta que deja en la calle a personas con cierta discapacidad severa. No sé cual será la próxima residencia hogar contra la que irán, pero lo que está claro es que estas instituciones públicas no lo están haciendo nada bien en Jerez.
Alejandra Ramirez. Jerez