-¿Cómo llegó a ser, tan joven, dueña de una tienda de ropa para niños?
-Hace dos años empecé a trabajar en una tienda de Neggra en El Puerto de Santa María. Ahí conocí a Antonia Rey, diseñadora de moda y dueña de la marca. Y fue ella la que, tras un temporada trabajando codo a codo, me motivó para que abriera una tienda propia.
-¿Cómo ha ido la cosa desde entonces?
-Hasta la fecha bien. En un primer momento fue Antonia quien montó la tienda en Jerez, pero en dos meses me la traspasó.
-¿Quién le aconsejó en esta importante decisión?
-Podría dar los nombres de mis padres o el de mi novio, pero estos serían sólo tres nombres, y hay muchos más. No obstante, cualquiera te puede aconsejar, pero al final tú tienes que elegir sola. Quien va a sufrir las consecuencias de tus actos eres tú... y esto me parece justo. Estoy segura que tener el apoyo de las personas que tienes a tu alrededor es importante, pero por encima de todo es fundamental confiar en ti misma.
-¿Se ha beneficiado de alguna subvención pública?
-En realidad la pedí ,pero no pude obtenerla porque me dijeron que en aquel momento no había fondos suficientes. Sólo puedo beneficiarme de un descuento del 15% en la Seguridad Social por ser mujer autónoma y emprendedora. Aunque esto es sólo para los tres primeros años.
-Si abrir esta tienda fue un riesgo que quiso correr... ¿cómo recuerda los primeros tiempos?
-Como te puedes imaginar, nada fáciles. Todo el trabajo fue, y sigue siendo, una carga sobre mi espalda. Y además al principio hay que crear una clientela, a pesar de que esta sea una marca conocida hay que llamar la atención de la gente.
-¿Y cómo se consigue eso? -Poniendo mucha atención en las cosas que están por hacer. Por ejemplo, cada cierto tiempo me ocupo de arreglar los escaparates de manera que la gente pueda ver todos los productos que ofrezco. La colocación de los peluches es muy importante .