La voz Digital
Domingo, 9 de julio de 2006
  Alertas   Envío de titulares    Página de inicio
PORTADA NOTICIAS ECONOMÍA DEPORTES OCIO CLASIFICADOS SERVICIOS CENTRO COMERCIAL PORTALES


ESPAÑA
ESPAÑA
Ratzinger defiende la familia por ser «escuela de humanización»
El Papa invita a los gobernantes a proteger la institución y les recuerda que el objeto de las leyes «es el bien integral del hombre»
Ratzinger defiende la familia por ser           «escuela de humanización»
ENCUENTRO FESTIVO. Centenares de miles de peregrinos esperan en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia la llegada del Papa para el acto con el que terminó anoche la primera jornada de su visita a España. / EFE
Imprimir noticiaImprimirEnviar noticiaEnviar

Publicidad

El Papa realizó anoche una encendida defensa de la familia desde el punto de vista del catolicismo, pero también por su importancia social al margen de cualquier consideración religiosa. Ante una multitud que había comenzado a congregarse frente al enorme escenario instalado en el puente de Monteolivete muchas horas antes, Benedicto XVI cerró el encuentro festivo con las familias con un largo discurso que sorprendió a muchos por el uso de abundantes argumentos sociales para la defensa de una institución tan cara a la Iglesia.

El pontífice había llegado hasta el puente de Monteolivete, una construcción que separa el Palacio de las Artes -un 'buque' varado en el viejo cauce del Turia- del Museo de las Ciencias, el Hemisférico y el Oceanográfico, pasadas las nueve de la noche. Durante unos minutos, saludó a algunos de los asistentes al encuentro, y luego comenzó una larga ceremonia.

Situado en el centro de un escenario de 2.500 metros cuadrados decorado con miles de flores que formaban la bandera y el escudo vaticanos, el Papa fue desarrollando argumentos en favor de la familia. Primero los que se refieren a su insustituible papel en la socialización de cada uno de sus miembros: «La familia es una escuela de humanización del hombre», explicó. «Es el ámbito privilegiado donde cada persona aprende a dar y recibir amor», dijo también. Un ámbito, continuó, que se sitúa entre el individuo y la sociedad y en el que el amor de los padres «ofrece a los hijos una gran seguridad y les enseña la belleza del amor fiel y duradero». «Un bien necesario para los pueblos, un fundamento indispensable para la sociedad», añadió.

Apoyo de la Iglesia

Habló el Papa también de las obligaciones de los padres, que consisten en formar a sus hijos para que se conviertan en personas libres. No faltó aquí un llamamiento a la tolerancia, cuando el Pontífice dijo que en el seno del hogar los más jóvenes deben comprender que todo semejante es digno de ser amado.

Muchos de los asistentes al acto, matrimonios acompañados por sus hijos pequeños pese a lo avanzado de la hora, tuvieron que verse reflejados en las palabras de Ratzinger cuando éste habló luego de las dificultades a que se enfrentan las familias de hoy, en especial cuando se encuentran lejos del resto de sus parientes. Por eso, reconoció el Papa, la Iglesia, directamente o a través de sus asociaciones, tiene la responsabilidad de acompañarlas en los momentos críticos

Ya en el ámbito estrictamente religioso, Benedicto XVI se refirió a la importancia de la familia en la transmisión de la fe. «Una responsabilidad que los padres no pueden olvidar, descuidar o delegar totalmente», recordó. Después destacó la importancia de la oración y la práctica cristiana, sin ocultar que los tiempos que corren no son propicios para ello. «Vivir la integridad de esta fe en su maravillosa novedad es un gran regalo. Pero, en los momentos en que parece que se oculta el rostro de Dios, creer es difícil y cuesta un gran esfuerzo», dijo. No olvidó tampoco a los abuelos, «memoria y riqueza de las familias. Ojalá que, bajo ningún concepto, sean excluidos del ámbito familiar. Son un tesoro que no podemos arrebatarles a las nuevas generaciones». Por todo ello, el Papa, que en ningún momento citó los recientes cambios en la legislación española, invitó a «los gobernantes y legisladores a reflexionar sobre el bien evidente que los hogares en paz y armonía aseguran al hombre, a la familia, centro neurálgico de la sociedad». «El objeto de las leyes es el bien integral del hombre, la respuesta a sus necesidades y aspiraciones», dijo. Y, en lo que puede interpretarse como un mensaje sutil hacia el Gobierno de Rodríguez Zapatero, añadió: «Los hijos, con el fundamental derecho a nacer y ser educados en la fe, tienen derecho a un hogar que tenga como modelo el de Nazaret y en el que sean preservados de toda clase de insidias y amenazas». Un mensaje, por tanto, contrario al aborto y favorable a la educación en la fe cristiana y a la convivencia en el seno de una familia tradicional.

Actos festivos

Su discurso concluyó con una parte de la oración que ha sido rezada en numerosas ocasiones durante el Encuentro Mundial celebrado en Valencia. La intervención del Papa había estado precedida por un desfile de familias, una ofrenda de niños y reinas falleras, el testimonio de matrimonios de distintas edades y procedencias, la actuación de una cantante brasileña y un ballet, y un 'Padre nuestro' compuesto por José María Cano y cantado por la soprano Montserrat Caballé.

Tras las palabras del pontífice, ya pasadas las once de la noche, una exhibición de fuegos artificiales a cargo de la Pirotécnica Caballer concluyó el acto. Benedicto XVI, vitoreado por centenares de miles de asistentes, se retiró luego a descansar al palacio arzobispal. La cruz construida junto al enorme escenario, de 35 metros de altura, seguía iluminada.



Sudoku Canal Meteo Horóscopo
Vocento