El pasado miércoles comenzaron las obras para revitalizar el centro comercial de El Puerto. Los trabajos se iniciaron con la peatonalización de la tercera fase del proyecto de urbanismo comercial, promovido por el área de Fomento y cofinanciado por el Ayuntamiento y la Junta.

El objetivo principal de estos trabajos es crear un gran espacio urbano peatonal en el núcleo del centro histórico, destinado a potenciar la actividad comercial de dicha zona.

Sin embargo, parece ser que el plan de revitalización del centro histórico, a través de la peatonalización del entorno del mercado, no convence a los comerciantes directamente afectados por esta reforma.

Antonio Mallet, propietario de un negocio de cortinas en la calle Nevería, se muestra bastante escéptico con dicha iniciativa. «Voy a ser sincero. Si lo que pretenden es semipeatonalizar la calle Nevería, entonces estoy encantado, pero si su idea final es peatonalizar esta calle, eso sería un grave error», comenta este vendedor.

Mallet mantiene que «en el casco histórico no reside mucha gente hoy en día. La peatonalización puede conseguir el efecto contrario al que busca, esto es, convertir estas calles en un desierto».

Otro comerciante considera que «sólo hay que echar un vistazo a la calle Luna los domingos y festivos. No circula ni un alma y muchos propietarios optan por cerrar sus puertas».

Además, el problema principal que aducen la mayoría de los comerciantes por el inicio de este proyecto, es la fecha elegida para llevarlo a cabo.

Rocío Serrano, dependienta de la tienda de complementos y moda Tartesia, sostiene que «no se deberían haber llevado a cabo estas obras en época veraniega. Realmente es cuando más clientes tenemos debido a la gran cantidad de turistas que visitan la ciudad. Son un par de meses fuertes en los que nos resarcimos de la temporada baja de invierno».

«Este verano», reconsidera Rocío, «va a ser todo lo contrario. La reforma va a durar bastantes meses y los turistas no van a poder transitar por esta calle ya que en breve piensan levantar las aceras. Para nosotros, esto supone un daño considerable para el negocio». Serrano subraya que «ya el primer día no abrimos el negocio. Pasar por esta calle se está convirtiendo en una odisea para nuestros clientes».

En la panadería tampoco lo tienen muy claro. «Dicen que hacen esto para que nos vaya mejor, pero hasta que no lo vea no lo creeré. Hasta ahora sólo han roto toda la calle y eso, solamente nos han acarreado molestias».



La tercera fase

El Plan final consta de siete fases y en estos días se ha iniciado la tercera parte del proyecto, y su finalización está prevista en un plazo máximo de tres años.

El objetivo de este proyecto es habilitar un gran espacio urbano peatonal, con aparcamientos subterráneos en sus límites y dar prioridad al tránsito peatonal y al transporte público colectivo. Se habilitarán también zonas de carga y descarga para los comerciantes, con sistemas soterrados de basuras y modernos sistemas de regulación de accesos a los vehículos autorizados. El mercado de abastos actuará como motor de la actividad económica y humana.

Los trabajos de la tercera fase del proyecto de urbanismo comercial consisten principalmente en los arreglos de las calles Ganado, tramos entre Zarza y Cielo, y entre la calle Abastos, Virgen de los Milagros y Nevería.

El resultado final es la creación gradual de dos nuevas calles peatonales con acceso restringido al tráfico rodado para los diferentes servicios de la zona como carga y descarga en horario reducido, aparcamientos colectivos y servicios públicos y emergencias.