Una mina anticarro de 4 kilos, activada a distancia por insurgentes, fue la causa más probable de la explosión del blindado que acabó ayer con la vida de un soldado del contingente español en Afganistán e hirió a otros cuatro, ha precisado el ministro de Defensa, José Antonio Alonso.

El titular de Defensa ha precisado que, a pesar de sufrir el primer ataque contra tropas españolas en ese país, "vamos a continuar en las mismas condiciones e igual alcance". Tras indicar que durante el ataque no hubo disparos, Alonso ha concretado que hay que esperar los resultados de la investigación, en la que no se descartan otras hipótesis, y ha informado de que comparecerá ante el Parlamento cuando tenga los resultados.

En estos momentos se dirige un avión hacia Afganistán para recoger el cadáver y trasladar a los heridos a España, donde está previsto que lleguen mañana. El funeral se celebrará en la Brigada Paracaidista (BRIPAC), con sede en Alcalá de Henares (Madrid), acuartelamiento donde pertenecía el fallecido y los heridos.

Los heridos -el cabo primero José Antonio Murias, el cabo Rubén Sánchez, y los soldados Carlos Iván Macías y Javier Rubio- se encuentran fuera de peligro, tras ser atendidos de quemaduras provocadas al intentar rescatar el soldado fallecido del vehículo en llamas.