Poco después de que el Instituto Federal Electoral (IFE) informara oficialmente, la noche del jueves, que Felipe Calderón Hinojosa era el candidato a la presidencia que tenía mayor número de votos, éste pronunció un mensaje en el que ofreció un Gobierno de unidad e hizo un llamamiento a la conciliación entre los mexicanos. «El mandato de las urnas ha sido claro: a los políticos del PAN, del PRI y del PRD, de todos los partidos, los ciudadanos nos han dicho contundentemente pónganse de acuerdo», dijo el abogado panista de 43 años, ya virtual presidente electo.
Su rival y abanderado de la coalición de izquierda Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, anunció la impugnación de los comicios. «Son muchas las inconsistencias o irregularidades, por decirlo de manera suave, en el proceso; entonces vamos a acudir en el término que establece la ley e iremos al Tribunal Federal Electoral (TRIFE)». Sus abogados estudian ya los pasos a dar. Ante miles de simpatizantes felipistas que saltaban y gritaban exultantes de alegría, Calderón reiteró su compromiso de campaña para «integrar un Gobierno de coalición que congregue en torno de un programa compartido una mayoría estable de legisladores en el Congreso de la Unión».
En su afán de que su Ejecutivo responda a los intereses de la mayoría, «llamo a la conciliación a todos los mexicanos, convoco a mis adversarios, a los partidos políticos, las fuerzas sociales del país, a los académicos, a los jóvenes, a las mujeres, a los ciudadanos a discutir y definir un proyecto común para México», dijo en su primer mensaje como primer mandatario.
De madrugada, en un programa de televisión, Calderón afirmó que había «hecho gestiones a través de personas que son amigos comunes para buscar un encuentro» con Obrador. Aclaró que pensaba que sería difícil mientras los ánimos estuvieran tan caldeados.