La Guardia Civil, en el marco de la operación Pradoliva, desarrollada en la provincia de Sevilla, ha puesto al descubierto un fraude relacionado con la venta y distribución de más de 34.000 litros de aceite de oliva mezclado con girasol, pero que se vendía como aceite de oliva virgen extra. La estafa, según las primeras pesquisas, ha podido extenderse a las provincias de Sevilla, Cádiz , Huelva y Málaga.
El Instituto Armado ha conseguido identificar a los presuntos responsables de esta estafa, los cuales distribuían una mezcla que contenía entre el 50 y el 90% de aceite girasol como si se tratara de aceite de oliva virgen extra.
Las investigaciones se iniciaron cuando la Guardia Civil detectó una partida de este tipo de aceite en la provincia de Sevilla. En esa ocasión, los agentes intervinieron 279 litros de esta mezcla ilegal, en cuyo etiquetado figuraban las marcas Pradoliva y Praliva. Tras analizar su contenido y comprobar que se trataba de un supuesto fraude al consumidor, la Guardia Civil abrió las correspondientes diligencias para esclarecer esta trama, que se había especializado en la distribución de esta mercancía en establecimientos de comestibles y en tiendas de pequeñas localidades de provincias andaluzas.
El aceite se vendía en garrafas de cinco, dos y un litro, y llevaban pegatinas de estas marcas dando apariencia de ser productos de alta calidad, sin que el consumidor pudiese sospechar en ningún momento que se trataba de un producto irregular.
Tras las investigaciones realizadas, se ha llegado a la conclusión de que se trata de un producto sin un registro sanitario que lo relacione con ninguna empresa del sector. Las marcas Pradoliva y Praliva no están registradas sanitariamente y su contenido es irregular por la mezcla que presenta.
La Guardia Civil sospecha de que se han podido llegar a distribuir unos 34.000 litros, para los que se han utilizado unos 11.500 envases de plástico, con los que se han obtenido importantes beneficios económicos, con el consiguiente fraude que supone para el consumidor.
La operación ha evitado, además, la distribución de otros 21.700 nuevos envases, ya que se han intervenido otras tantas etiquetas con las que hubiesen sido puestos en el mercado. Desde la Guardia Civil se solicita la colaboración ciudadana para localizar aquellos puntos de venta en los que se haya podido vender este tipo de productos.