El Gobierno optó por la discreción y la prudencia ante la entrevista del PSE y Batasuna. El ministro de Justicia, no obstante, hizo público el aval gubernamental al encuentro porque «la política» es un instrumento que ayuda para «buscar la paz con libertad y justicia».

La Moncloa guardó un cauto silencio tras la reunión de los representantes de los socialistas vascos con los de Batasuna y ningún portavoz gubernamental quiso valorar la cita. Fuentes gubernamentales explicaron que prefirieron refugiarse en el mutismo para no tener que responder también a las, a su juicio, «barbaridades» dichas por el líder de la oposición sobre la reunión de San Sebastián.

Estas fuentes señalaron además que en la capital guipuzcoana no se reunió el Ejecutivo con el partido ilegal sino el PSE por lo que no tenían nada que decir ante una iniciativa partidaria. Recordaron también que el encuentro se celebró con todas las garantías legales ya que el juez permitió que se celebrara.

También tuvo palabras para el partido ilegalizado, al que recordó que «no hay otro camino que acercarse a la legalidad y a la Constitución».